Capítulo
1
Como cada
mañana miro como se empaña la ventana de mi cuarto por el vapor de mi
respiración al mirar a través de ella, todavía sigue lloviendo, desde ayer no
ha parado, es raro, parece como si la lluvia no fuese a parar hasta que yo
dejara de recordar lo, también desde ayer desde las seis de la tarde cuando lo
último que se apareció en mi mente fue un adiós, todo había sido tan rápido
parece como si se hubieran acabado todas las sonrisas y los abrazos que antes
de que pasara las tenia, sin pedirlas, cada día o cada noche, se que el mundo
no se ha acabado y que tengo que salir adelante pero, no se como hacerlo. Mi
nombre es Amanda y ya no se si tengo sueños ni esperanzas, creo que os estaréis
preguntando que ha ocurrido, porque sigue lloviendo tanto fuera como dentro,
pero antes de contarlo tengo que volver a la mañana de ayer. Un viernes como
todos me levanto a las seis de la mañana, voy al baño me lavo la cara, me visto
y me peino, hoy no hay nada especial en el instituto así que elijo unos vaqueros
color granate mis All-Star y una blusa blanca, bajo a desayunar mi madre me
esta haciendo tostadas, me encantan así que me siento en la mesa y me las como:
-Buenos
días Amanda (Mientras que se sienta le da un beso en la frente).
-Buenos
días mami, (mmm) que buena pinta tienen, que haría yo sin ti.
-Creo que
me quemarías la cocina, jajajaja.
-Yo
también te quiero mamá, jajaja, oye, ¿Papá ya se ha ido?
-Si,
tenía un juicio a las ocho, ya sabes trabajo, la redacción que dejaste ayer en
la mesa, ¿Es tuya?, es muy buena.
-Si es
mía es de lengua hoy tengo que exponerla, la verdad es que me la he currado, me
tengo que ir seguro que Jorge me esta esperando en la esquina, te quiero,
adiós.
-Y yo a
ti, ten cuidado te esperamos a las seis en la puerta de casa, esta te preparada
a tiempo ya sabes que a ese restaurante no se puede llegar tarde.
-Vale,
adiós.
Después
de salir por la puerta salude a lo lejos a Jorge, saque mi mp3 y puse la lista
de reproducción de Coldplay, como me gusta este grupo me hace vibrar:
-Hey,
¿Desde cuando llevas esperando me?, mira ponte el casco es Charlie Brown? de
Coldplay, (Stole a key,
Took a car downtown where the lost boys meet, Took a car downtown and
took what they offered me).
-Hola a
ti también, la verdad es que acabo de venir, me encanta esta canción, Amanda
estuve hablando con mi madre de lo del sábado, ya sabes de lo de ir de acampada
al bosque, y me dijo que si, así que ya puedes ir preparando tu saco de dormir.
-Enserio,
es genial, si quieres vente esta tarde a mi casa a las cuatro y miramos las
pelis.
-Vale,
guay.
A la
vuelta de la esquina ví el instituto, a primera me tocaba presentar la
redacción. Por suerte me ha tocado la primera. Sigue pasando el tiempo, el
recreo, y por fin las dos, libre como un pájaro, Jorge y yo somos amigos desde
me mudé a Navarra, creo que nos hicimos amigos porque de nuestra clase soy a la
única que le gusta Coldplay, Queen y no le importa ir despeinada a clase y
comer hamburguesas. Lo que yo no sabia es que tanta paz en este viernes iba a significar
el mayor cambio de mi vida. Entre en casa y lo primero que hice fue soltar la
pesada maleta llena de libros, me quite el mp3 y lo puse en la mesa de la
entrada:
-Mamá,
papá- dije llamando los. ¿Dónde estáis?-.
Entonces
ví una nota en la nevera que tenía escrito: ‘’Amanda a tu padre se le ha
alargado el juicio y no puede ir a comer y a mi me ha llamado Carol porque ha
tenido un lío en el catering y le he ido a ayudar, la comida la tienes en el
microondas. Te quiero Mamá’’. Mamá es cocinera en un catering muy famoso en
España, por ese motivo nos mudamos a Navarra, yo antes vivía en Mallorca e iba
muchas veces a Ibiza, gracias al trabajo de mi madre he conocido a mucha gente
famosa. Abrí el microondas y tenía para comer un buen plato de lasaña de carne,
mi favorita, cuando termine de comer hice los deberes, la verdad es que no
tenía casi nada, simplemente dos ejercicios de mates. Fui al baño y me prepare
un relajante baño de sales, aproveche que no estaba mi madre y se las cogí, me
sentía tan a gusto, el agua calentita el olor que desprendían las sales,
parecía que estaba en un sueño. Me volví a vestir y espere a que fueran las
cuatro, la verdad es que tenía muchas películas y todas las había visto, de
repente sonó el timbre, seguro que era Jorge, la verdad es que es el único
chico que tengo como amigo, el único que me entiende.
-Ya va-.
(Entonces abrí la puerta).
-Hola, ¿A
que soy puntual?
-Si lo
eres, jajajaja, pasa, pasa.
-Mi madre
me ha dicho que como vengo tanto a tu casa que porque no me hago un cuarto para
mi-. La verdad es que Jorge era raro el día que no viniese. Sara es la madre de
Jorge y trabaja en una inmobiliaria, ella fue la que nos vendió esta casa.
-Bueno no
sería mala idea, pero tendría que dormir con tapones, porque tus ronquidos no
es que sean como una balada, más bien son como una sinfonía sin clasificar.
-Ja, ja,
ja, que graciosa, vino a hablar la que el día de mi cumpleaños por la noche se
puso a aplaudir cuando estaba dormida.
-Eso no
es verdad, no estaba dormida, estaba aplaudiendo a tu concierto de ronquidos,
jajaja.
Ya
estábamos arriba, habíamos subido aquella enorme escalera de caracol la que
tanto le gustaba a papá. Yo me senté en la silla grande y el en el taburete, al
lado mío, ya tenia escogidas algunas películas, como Dime con cuantos, Fuga de
cerebros 2, Los Goonies, Novia por contrato y más. Todo estaba
saliendo tan perfecto que no me daba ni cuenta de que las horas pasaban, ya
eran las cinco y media y me tenía que vestir, así que Jorge se fue, me puse un
traje marrón con un cinturón rosa palo a juego con los zapatos de flores de
cuña, y solo me quedaba esperar a que sonara el timbre…
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