jueves, 30 de agosto de 2012

Aún sigue lloviendo!


Capítulo 1

Como cada mañana miro como se empaña la ventana de mi cuarto por el vapor de mi respiración al mirar a través de ella, todavía sigue lloviendo, desde ayer no ha parado, es raro, parece como si la lluvia no fuese a parar hasta que yo dejara de recordar lo, también desde ayer desde las seis de la tarde cuando lo último que se apareció en mi mente fue un adiós, todo había sido tan rápido parece como si se hubieran acabado todas las sonrisas y los abrazos que antes de que pasara las tenia, sin pedirlas, cada día o cada noche, se que el mundo no se ha acabado y que tengo que salir adelante pero, no se como hacerlo. Mi nombre es Amanda y ya no se si tengo sueños ni esperanzas, creo que os estaréis preguntando que ha ocurrido, porque sigue lloviendo tanto fuera como dentro, pero antes de contarlo tengo que volver a la mañana de ayer. Un viernes como todos me levanto a las seis de la mañana, voy al baño me lavo la cara, me visto y me peino, hoy no hay nada especial en el instituto así que elijo unos vaqueros color granate mis All-Star y una blusa blanca, bajo a desayunar mi madre me esta haciendo tostadas, me encantan así que me siento en la mesa y me las como:
-Buenos días Amanda (Mientras que se sienta le da un beso en la frente).
-Buenos días mami, (mmm) que buena pinta tienen, que haría yo sin ti.
-Creo que me quemarías la cocina, jajajaja.
-Yo también te quiero mamá, jajaja, oye, ¿Papá ya se ha ido?
-Si, tenía un juicio a las ocho, ya sabes trabajo, la redacción que dejaste ayer en la mesa, ¿Es tuya?, es muy buena.
-Si es mía es de lengua hoy tengo que exponerla, la verdad es que me la he currado, me tengo que ir seguro que Jorge me esta esperando en la esquina, te quiero, adiós.
-Y yo a ti, ten cuidado te esperamos a las seis en la puerta de casa, esta te preparada a tiempo ya sabes que a ese restaurante no se puede llegar tarde.
-Vale, adiós.
Después de salir por la puerta salude a lo lejos a Jorge, saque mi mp3 y puse la lista de reproducción de Coldplay, como me gusta este grupo me hace vibrar:
-Hey, ¿Desde cuando llevas esperando me?, mira ponte el casco es Charlie Brown? de Coldplay, (Stole a key, Took a car downtown where the lost boys meet, Took a car downtown and took what they offered me).
-Hola a ti también, la verdad es que acabo de venir, me encanta esta canción, Amanda estuve hablando con mi madre de lo del sábado, ya sabes de lo de ir de acampada al bosque, y me dijo que si, así que ya puedes ir preparando tu saco de dormir.
-Enserio, es genial, si quieres vente esta tarde a mi casa a las cuatro y miramos las pelis.
-Vale, guay.
A la vuelta de la esquina ví el instituto, a primera me tocaba presentar la redacción. Por suerte me ha tocado la primera. Sigue pasando el tiempo, el recreo, y por fin las dos, libre como un pájaro, Jorge y yo somos amigos desde me mudé a Navarra, creo que nos hicimos amigos porque de nuestra clase soy a la única que le gusta Coldplay, Queen y no le importa ir despeinada a clase y comer hamburguesas. Lo que yo no sabia es que tanta paz en este viernes iba a significar el mayor cambio de mi vida. Entre en casa y lo primero que hice fue soltar la pesada maleta llena de libros, me quite el mp3 y lo puse en la mesa de la entrada:
-Mamá, papá- dije llamando los. ¿Dónde estáis?-.
Entonces ví una nota en la nevera que tenía escrito: ‘’Amanda a tu padre se le ha alargado el juicio y no puede ir a comer y a mi me ha llamado Carol porque ha tenido un lío en el catering y le he ido a ayudar, la comida la tienes en el microondas. Te quiero Mamá’’. Mamá es cocinera en un catering muy famoso en España, por ese motivo nos mudamos a Navarra, yo antes vivía en Mallorca e iba muchas veces a Ibiza, gracias al trabajo de mi madre he conocido a mucha gente famosa. Abrí el microondas y tenía para comer un buen plato de lasaña de carne, mi favorita, cuando termine de comer hice los deberes, la verdad es que no tenía casi nada, simplemente dos ejercicios de mates. Fui al baño y me prepare un relajante baño de sales, aproveche que no estaba mi madre y se las cogí, me sentía tan a gusto, el agua calentita el olor que desprendían las sales, parecía que estaba en un sueño. Me volví a vestir y espere a que fueran las cuatro, la verdad es que tenía muchas películas y todas las había visto, de repente sonó el timbre, seguro que era Jorge, la verdad es que es el único chico que tengo como amigo, el único que me entiende.
-Ya va-. (Entonces abrí la puerta).
-Hola, ¿A que soy puntual?
-Si lo eres, jajajaja, pasa, pasa.
-Mi madre me ha dicho que como vengo tanto a tu casa que porque no me hago un cuarto para mi-. La verdad es que Jorge era raro el día que no viniese. Sara es la madre de Jorge y trabaja en una inmobiliaria, ella fue la que nos vendió esta casa.
-Bueno no sería mala idea, pero tendría que dormir con tapones, porque tus ronquidos no es que sean como una balada, más bien son como una sinfonía sin clasificar.
-Ja, ja, ja, que graciosa, vino a hablar la que el día de mi cumpleaños por la noche se puso a aplaudir cuando estaba dormida.
-Eso no es verdad, no estaba dormida, estaba aplaudiendo a tu concierto de ronquidos, jajaja.
Ya estábamos arriba, habíamos subido aquella enorme escalera de caracol la que tanto le gustaba a papá. Yo me senté en la silla grande y el en el taburete, al lado mío, ya tenia escogidas algunas películas, como Dime con cuantos, Fuga de cerebros 2, Los Goonies, Novia por contrato y más. Todo estaba saliendo tan perfecto que no me daba ni cuenta de que las horas pasaban, ya eran las cinco y media y me tenía que vestir, así que Jorge se fue, me puse un traje marrón con un cinturón rosa palo a juego con los zapatos de flores de cuña, y solo me quedaba esperar a que sonara el timbre…



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