miércoles, 1 de agosto de 2012

''Just Teen's feelings''


Capítulo 4

-Bueno- comienza Kate diciendo- ¿qué tal si hacemos una frase pero con varios sentidos?
-Vale, pero, ¿cómo hacemos eso?-señala Emma-.
-Es muy fácil, primero cada una escribe algo que para sí misma refleje lo que verdaderamente es el sentimiento adolescente, y después montamos la frase.
-Vale, bueno tomad, he cortado un folio.

Todas dan las gracias a la vez. La verdad es que Kate tenía buenas ideas (si no, no estaría en el periódico del instituto). Cada una escribe una palabra. Emma escribe cantar (como no), Kate (escribir), Iris (música), y Rebecca (mar = libertad). Cada una lee el de la otra, la verdad es que Kate no sabe que decir, para ella también esas palabras significaban sentimiento adolescente.

-¿Qué os parece si empezamos la frase?
-Vale, ¿pero…? Esperad, voy a preguntarle a la profesora si vale más de una frase.
-OK, Te esperamos aquí Emma.-Dicen todas al unísono-.

En pocos minutos Emma vuelve.

-Dice que como máximos 2 frases.
-Pues habrá que apañarse.
-Está bien, empecemos.
-¿Qué os parece esta?
En ese momento Iris les enseña a las demás un trozo de frase. “Si la música te da alas y el mar libertad, canta una canción, escríbela y…

-Es buena, pero se queda algo coja, espera y si…

En ese momento Rebecca la retoca, “Escribe una carta en la que solo se escuche la música del mar y simplemente tú la puedas cantar. A eso llamamos libertad. ”

-Me encanta, y son dos frases.
-A mí también.
-La verdad es que se nos da muy bien.

Todas se ríen en ese momento, en la cabeza de Emma se enciende una luz.

-A lo mejor os parece muy raro, pero…
-¿Pero qué…?
-¿Por que no creamos un blog?
-¿Un blog?
-Sí, creo que así podríamos poner opiniones y también nuestras aficiones, sería como una especie de diario, para ayudar a más adolescentes.
-Sí- señala Kate muy segura- Y tengo el nombre perfecto, “Just Teen´s Feelings”
-Sí es una gran idea.
-Pues nada, mañana por la tarde nos reunimos y lo creamos, habrá que hacer un correo, buscar imágenes, música, historias…
-De la música me encargo yo-señala Emma.
-De las imágenes yo-señala Iris.
-De las historias yo-dice Kate.
-Y yo del diseño del blog, entradas y demás, vamos de la parte gráfica-dice Rebecca.

Las chicas sonríen, ¿quién diría que el día empezaría tan bien? Después de hablar un rato la profesora pasa por las mesas para recoger las frases.

-Chicas, dadme la frase.
-Toma profesora.

Todas están muy contentas, están orgullosas de sus ideas. Así que deciden nombrar ese día como el comienzo de una amistad, que aunque no lo sepan será de mucha ayuda y sobre todo les servirá para descubrir lo que es la verdadera amistad.

El móvil de Kate suena, es Clara, le avisa de que no va a poder ir a recogerla. En ese momento sus ojos son tapados por unas manos, reconoce el olor es Spencer. Le encanta su colonia. Se vira y lo besa.

-Hola.
-Hola, ¿ya te vas?
-Sí, hoy me toca ir caminando.
-Ah, si quieres te acompaño.
-¿De verdad?
-Claro, eres mi novia, tengo que procurar que no te pase nada. Ah, y no hagas planes para el viernes por la noche, porque vamos a ir a un sitio.
-Sí ¿cuál?
-Ya lo verás, solo te digo que vayas con hambre.


Ambos se ríen y se cogen de la mano. Y así emprenden el camino hacia la casa de Kate.

-Iris, ¿nos vamos?
-Claro amor, espera que voy a saludar una nueva amiga.
-Claro, te espero en la moto.

En ese momento se acerca hasta donde está Emma y se despiden. Emma se fija en como Iris se monta en aquella moto y le da un poco de envidia, ella no ha encontrado el amor, pero aún así se alegra por su nueva a miga, entonces llega Rebecca.

-Hola Emma.
-Hola Rebecca.
-¿Tienes quién te lleve a casa?
-Pues la verdad es que no. Se me rompió la bici esta mañana.
-Y, ¿cómo llegaste hasta aquí?
-Pues lo que es la vida, me trajo Kate.
-¡Sí, qué casualidad! ¿Quieres venir conmigo? Si no me equivoco vives tres casas más arriba de la mía.
-Claro, me encantaría y así hablamos del blog.

Ambas cogen la acera adelante y se dirigen hacia su calle, ahora sí que comenzaba una verdadera amistad. Lo que ellas no sabían es que Rebecca ayudaría a Emma a encontrar el amor y con eso también la apoyaría en los momentos más difíciles.

-¿Rebecca, eres tú?
-Sí mamá.
-¿Quién es la chica con la que ibas?
-Mamá, ¿te acuerdas de la chica que vimos con el coche esta mañana? Pues resulta que vive tres casas más arriba ya ahora somos amigas.
-Me alegro, y ahora lávate las manos y a comer.
-Sí, ¿qué hay de comer?
-Lasaña. Y de porte tarta de fresas.
-¡Qué rico! Enseguida bajo.

Emma llega a casa, su madre no está, así que decide ensayar un poco la canción, esta tarde tiene que volver al instituto para seguir ensayando con la profesora de música.
En ese momento entra su hermano. Se llama Alonso. Es alto de pelo negro y ojos celestes. Pero para ella es un pesado.

-Hola fea.
-¿Perdona? ¿Qué quieres ahora? A parte de molestar.
-Que me dejes 30 dólares.
-¿30 dólares?
-Sí, venga es que tengo que ponerle gasolina al coche porque he quedado con mis colegas.
-Vale, pero solo si no entras más en mi habitación sin permiso.
-Te lo juro.

Emma le da el dinero y Alonso desaparece. Ahora puede empezar.

-When I´m nervous…

Kate y Spencer por fin llegan a su destino, él se despide con un beso. Kate entra en casa, está feliz, hoy todo le estaba saliendo genial pero en ese momento algo salta sobre ella.

-¿Pero Clara, qué haces, no tienes dos años?
-¡Me caso!
-¿Qué?
-Max me ha pedido matrimonio.
-Pero eso es una gran noticia.

Max era un español que llevaba trabajando en la empresa más grande New Jersey tres años. Y llevaba saliendo con su hermana 2. Y ahora se casaban. La verdad es que era muy guapo. Con su pelo castaño, su cuerpo, y los ojos castaños más bonitos que había visto nunca.

-¿Pero mamá ya lo sabe?
-¡Sí! La llamé en cuanto me lo pidió, la boda será en 5 meses.
-Me alegro mucho.
-Y quiero que seas mi dama de honor.
-¿Yo?
-Sí, tienes buen tipo. Pero tienes que conseguir pareja.
-Por eso no te preocupes.
-Y esa sonrisilla.
-Spencer y yo estamos saliendo.
-Qué bien, tienes buen gusto.
-Gracias.

Entonces las hermanas se sientan en el sillón y comienzan a hablar como no lo hacían desde hace años. Esto las iba a unir mucho más de lo que ellas pensaban. Ambas se necesitarían dentro de poco. Pero no os preocupéis, nadie saldrá herido…

Son las cinco, Emma es puntual. Pero por lo que se ve su profesora no. Entra en el aula de música. A su sorpresa el aula no está vacía. Un chico está tocando la canción que ella va a cantar en el baile de primavera.

-Hola, tu debes de ser Emma.
-Sí, y ¿tú…?
-Soy Mike, toco la guitarra, la batería, el piano, el bajo y… nada más. Ah se me olvidaba también canto.
-Un chico completito.

Mierda, ¿qué había dicho? Él se ríe. Su sonrisa es bonita, también su pelo castaño, sus ojos verdes, es que lo tiene todo.

-Bueno, cuando quieras comenzamos a ensayar.
-¿Qué? Yo no… yo esperaré a la profesora.
-Pues creo que te cansarás porque no va a venir, me ha encargado que te ayude a ensayar por lo de tu miedo.
-¿Miedo, yo?
-Sí, venga no te pongas así tampoco he dicho nada malo.
-Pero, es que…
-Empezaremos por la segunda estrofa, ¿quieres?
-Claro, ¿pero puedo pedirte un favor?
-Por supuesto, para eso estoy.
-Te importaría no mirarme.
-Eso ya no, tienes que perder el miedo y para eso estoy yo.

Emma, se ha quedado muda, fulminada con esa mira de color esmeralda. Ese chico no iba a ayudarla así, y menos con esa sonrisa porque lo que hacía era ponerla más nerviosa.

-Emma, ¿estás ahí?
-Sí.
-Venga la segunda estrofa.
-Yeah, I forget about the consequences…


La música empieza a sonar. Esa tarde será muy, pero que muy larga. ¿Necesitará ayuda?

Continuará...
Álvaro.

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