Capítulo
12
-Rebecca,
tu hermano ya está en el coche si no os dais prisa no os dará tiempo de recoger
a tus amigas.
-Ya
va mamá, me estoy terminando de arreglar. Alex viene con nosotros y quiero
estar bien.
-Solo
5 minutos.
Mientras
Spencer y Kate han ido a recoger a Emma.
-Pero
que guapa Kate, se ve que estas enamorada ¿eh?
-Bueno…
-¿cómo
que bueno?
-Qué
es broma tonto, te quiero.
-Y
yo.
-Hacéis
una pareja increíble.
-Gracias.
-Bueno
vamos que se nos hace tarde.
Entonces
Alonso sale.
-Hola
Kate, Spencer, cuanto tiempo amigo.
-Sí,
hace un tiempo que no nos vemos, desde que estas en la universidad. ¿Qué tal?
-Yo
bien, pero tu por lo que se ve… te han pescado ¿eh?
-Sí,
me tiene loquito.
-¡Qué
estoy aquí!
-Y
yo, bueno Alonso nos vemos mañana.
-¿Por
qué? Que duermes fuera hoy.
-Sí,
nos quedamos en casa de Rebecca todas.
-Pues
adiós hermanita.
-Adiós.
Los
tres, bueno, Spencer y Kate por un lado y Emma por el otro se marchan a casa de
Rebecca. Están hablando de sus gustos, pero Spencer no lo quita ojo a Kate y
ella más de lo mismo. En fin, así es el amor.
En
unos 10 minutos están allí. Entonces Kate se separa de Spencer y se acerca a
Rebecca y la abraza, saluda a Jason y también a Helen (la madre de Rebecca)
Pero Emma solo se ha fijado en lo bonitos que tenía Jason los ojos. Últimamente
soñaba con ellos. Entonces se escapan unas risillas y ambos (Jason y Emma)
vuelven al mundo real.
-Bueno
creo que ya estamos todos, vámonos, adiós mamá.
-Jason,
ten cuidado.
-Sí,
chao.
Todos
se montan en el coche, menos mal que era grande, entonces ya están, simplemente
unas horas le deparan de New York. Allí estarán con Iris en unos de los mejores
días de su vida, y después su primera fiesta pijama. En la que aquella amistad
dejará de ser algo para convertirse en todo.
-¿Bueno
ponemos música?
-Vale,
pon la radio, la 103.45, esa es buena.
-Sí,
es muy buena.
Encienden
la radio, suena 5 Colours in
her Hair de Mcfly. A Emma le
encanta esa canción, y a Kate también, así empiezan a tararearla al mismo
compás. Y los demás a duras penas le siguen, pero consiguen terminar la
canción. Sin embargo a Iris se le va a estallar la cabeza, pero por fin sabe
que pieza va a tocar. Claro de
Luna, le encanta. Josh está jugando una partida de ajedrez con Marie,
aunque ella siempre le gane, Julio sin embargo está sentado en su sofá
escuchando a Iris ensayar. Dice que le recuerda a la madre de Josh.
El cabello rubio oscuro, y los ojos bueno la madre de Josh los tiene
pardos. Pero ahora Iris debía prepararse.
-Alex
ha traído algo de comer, ¿queréis?
-¿Qué
hay?
-Patatas
fritas, Coca-cola, chocolate (eso lo traje yo) y más patatas fritas.
-Creo
que tomaré por descarte patatas fritas. Ja, ja, ja.
-Buena
elección.
-Cariño
yo tomaré chocolate, y tú…
-Kate
yo tomaré patatas fritas.
-Vale,
pues pasa las patatas Emma.
-Toma.
¿Quieres coca-cola?
-No,
mejor después.
Solo
falta una media hora para llegar a la casa de los abuelos de Josh. Kate lleva
unos vaqueros azul eléctrico una camisa blanca y un chaleco con una chapa
de NY, y por supuesto sus All Star negras. Emma lleva un vestido de
flores con un chaleco en marrón y unas sandalias, el pelo medio recogido, no
como Kate y Rebecca que lo llevan totalmente suelto.
Rebecca
llevaba una falda y una camisa, también una chaqueta vaquera. Todas estaban arregladas,
y los chicos también, pero a su manera…
Ya
estaban allí, Iris estaba deseando que se bajaran del coche para abrazarlas,
después de todo ellas habían participado en ese fantástico fin de semana.
Después de que todos se saludaran y charlaran un rato, se encaminaron hacia el
lugar donde se celebraba el recital. Cuando llegaron Iris se tuvo que marchar
para preparar el micro y el teclado ajustar las cosas previas a la actuación, y
los demás fueron a buscar asiento. Gracias a la madre de Kate y sus contactos
tenían unos asientos estupendos. No era primera fila, pero para ellas como si
lo fueran.
El
espectáculo comenzó, actuaron unas siete personas antes que Iris, pero después
de un par de perritos calientes al estilo de New York por fin llegó el turno de
su amiga. Iris se sentó después de haberse presentado y comenzó a tocar. Las
notas bailaban en el aire y hacían que aquel lugar te contara una historia.
Cada do o re, te invitaba a soñar. Incluso a mirar a la persona a la que amas y
darte cuenta que es así como quieres ser y estar. Eso le había pasado a Spencer
y Kate, Alex y Rebecca, Julio y Maire. Sin embargo Jason no podía hacer lo
mismo, Emma estaba absorta en la música y cuando por fin lo miró vio en su
sonrisa aquello que tanto anhelaba. Sus ojos turquesas y los suyos castaños
ahora eran solo un par. Pero lo más mágico de todo fue que sin darse cuenta sus
manos estaban unidas.
-Lo
siento-dijo él.
-No
pasa nada.
Entonces
empezó el aplauso, y tuvieron que regresar a la realidad, la pieza había
finalizado e Iris estaba sonriendo como nunca antes. En un rato se encontraron
con ella, había quedado tercera, pero no le importaba, solo sabía que gracias a
las personas que la querían eso estaba sucediendo. Después de despedida, las
chicas volvieron a casa, durante el camino no pararon de hablar sobre la
actuación. Cuando por fin llegaron se despidieron de Alex y Josh.
-Bueno,
pasemos, que mi madre ya tiene preparado mi cuarto. Y la cena estará deliciosa.
-¿Cómo
que pasemos? Se quedan en casa.
-Sí
Jason, Kate, Iris y Emma dormirán aquí hoy. Vamos a montar una pequeña fiesta
de pijamas y no pienses que puedes unirte…
-¿No?-entonces
haciendo que su voz se pareciera a la de una chica dijo- pero si somos supe,
súper amigas, o sea una party
pijama.
-Ja,
ja, ja, ja-todas estallaron a carcajadas.
-Bueno,
¿pensáis entrar o os vais a quedar aquí fuera toda la noche?
-Ya
vamos mamá.
-Jason
a tu cuarto, allí tienes la cena.
-Ya
hasta me mandan a mi cuarto…
-No
pretenderás dormir con ellas, además te necesitamos para que nos bajes las
mantas del armario de la habitación de tu hermana.
Todos
subieron, mientras Emma se cambiaba en el baño de Rebecca, Jason intentaba
bajar las mantas. Entonces se quitó la chaqueta, ahora con la camisa tenía más
elasticidad. Cuando ya había terminado y se disponía a salir vio que la puerta
del baño se abría y vio la ocasión perfecta para asustar a su hermanita. Se
puso detrás de la puerta, y cuando iba a gritar se encontró de frente con una
chica pelirroja, de ojos turquesa que se llamaba Emma. Y cuando intentó
colocarse se tropezó e hizo que ambos cayeran al suelo.
-Parece
que siempre haces que me caiga ¿eh?
-Sí,
y tú siempre estás ahí…
Entonces cuando solo se
escuchaba el latido de sus corazones...
Álvaro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario