martes, 28 de agosto de 2012

''Just Teen's feelings''


Capítulo 12

-Rebecca, tu hermano ya está en el coche si no os dais prisa no os dará tiempo de recoger a tus amigas.
-Ya va mamá, me estoy terminando de arreglar. Alex viene con nosotros y quiero estar bien.
-Solo 5 minutos.

Mientras Spencer y Kate han ido a recoger a Emma.

-Pero que guapa Kate, se ve que estas enamorada ¿eh?
-Bueno…
-¿cómo que bueno?
-Qué es broma tonto, te quiero.
-Y yo.
-Hacéis una pareja increíble.
-Gracias.
-Bueno vamos que se nos hace tarde.

Entonces Alonso sale.

-Hola Kate, Spencer, cuanto tiempo amigo.
-Sí, hace un tiempo que no nos vemos, desde que estas en la universidad. ¿Qué tal?
-Yo bien, pero tu por lo que se ve… te han pescado ¿eh?
-Sí, me tiene loquito.
-¡Qué estoy aquí!
-Y yo, bueno Alonso nos vemos mañana.
-¿Por qué? Que duermes fuera hoy.
-Sí, nos quedamos en casa de Rebecca todas.
-Pues adiós hermanita.
-Adiós.

Los tres, bueno, Spencer y Kate por un lado y Emma por el otro se marchan a casa de Rebecca. Están hablando de sus gustos, pero Spencer no lo quita ojo a Kate y ella más de lo mismo. En fin, así es el amor.
En unos 10 minutos están allí. Entonces Kate se separa de Spencer y se acerca a Rebecca y la abraza, saluda a Jason y también a Helen (la madre de Rebecca) Pero Emma solo se ha fijado en lo bonitos que tenía Jason los ojos. Últimamente soñaba con ellos. Entonces se escapan unas risillas y ambos (Jason y Emma) vuelven al mundo real.

-Bueno creo que ya estamos todos, vámonos, adiós mamá.
-Jason, ten cuidado.
-Sí, chao.

Todos se montan en el coche, menos mal que era grande, entonces ya están, simplemente unas horas le deparan de New York. Allí estarán con Iris en unos de los mejores días de su vida, y después su primera fiesta pijama. En la que aquella amistad dejará de ser algo para convertirse en todo.

-¿Bueno ponemos música?
-Vale, pon la radio, la 103.45, esa es buena.
-Sí, es muy buena.

Encienden la radio, suena 5 Colours in her Hair de Mcfly. A Emma le encanta esa canción, y a Kate también, así empiezan a tararearla al mismo compás. Y los demás a duras penas le siguen, pero consiguen terminar la canción. Sin embargo a Iris se le va a estallar la cabeza, pero por fin sabe que pieza va a tocar. Claro de Luna, le encanta. Josh está jugando una partida de ajedrez con Marie, aunque ella siempre le gane, Julio sin embargo está sentado en su sofá escuchando a  Iris ensayar. Dice que le recuerda a la madre de Josh.  El cabello rubio oscuro, y los ojos bueno la madre de Josh los tiene pardos. Pero ahora Iris debía prepararse.

-Alex ha traído algo de comer, ¿queréis?
-¿Qué hay?
-Patatas fritas, Coca-cola, chocolate (eso lo traje yo) y más patatas fritas.
-Creo que tomaré por descarte patatas fritas. Ja, ja, ja.
-Buena elección.
-Cariño yo tomaré chocolate, y tú…
-Kate yo tomaré patatas fritas.
-Vale, pues pasa las patatas Emma.
-Toma. ¿Quieres coca-cola?
-No, mejor después.

Solo falta una media hora para llegar a la casa de los abuelos de Josh. Kate lleva unos vaqueros azul eléctrico una camisa blanca y un chaleco con una chapa de  NY, y por supuesto sus All Star negras. Emma lleva un vestido de flores con un chaleco en marrón y unas sandalias, el pelo medio recogido, no como Kate y Rebecca que lo llevan totalmente suelto.
Rebecca llevaba una falda y una camisa, también una chaqueta vaquera. Todas estaban arregladas, y los chicos también, pero a su manera…

Ya estaban allí, Iris estaba deseando que se bajaran del coche para abrazarlas, después de todo ellas habían participado en ese fantástico fin de semana. Después de que todos se saludaran y charlaran un rato, se encaminaron hacia el lugar donde se celebraba el recital. Cuando llegaron Iris se tuvo que marchar para preparar el micro y el teclado ajustar las cosas previas a la actuación, y los demás fueron a buscar asiento. Gracias a la madre de Kate y sus contactos tenían unos asientos estupendos. No era primera fila, pero para ellas como si lo fueran.

El espectáculo comenzó, actuaron unas siete personas antes que Iris, pero después de un par de perritos calientes al estilo de New York por fin llegó el turno de su amiga. Iris se sentó después de haberse presentado y comenzó a tocar. Las notas bailaban en el aire y hacían que aquel lugar te contara una historia. Cada do o re, te invitaba a soñar. Incluso a mirar a la persona a la que amas y darte cuenta que es así como quieres ser y estar. Eso le había pasado a Spencer y Kate, Alex y Rebecca, Julio y Maire. Sin embargo Jason no podía hacer lo mismo, Emma estaba absorta en la música y cuando por fin lo miró vio en su sonrisa aquello que tanto anhelaba. Sus ojos turquesas y los suyos castaños ahora eran solo un par. Pero lo más mágico de todo fue que sin darse cuenta sus manos estaban unidas.

-Lo siento-dijo él.
-No pasa nada.

Entonces empezó el aplauso, y tuvieron que regresar a la realidad, la pieza había finalizado e Iris estaba sonriendo como nunca antes. En un rato se encontraron con ella, había quedado tercera, pero no le importaba, solo sabía que gracias a las personas que la querían eso estaba sucediendo. Después de despedida, las chicas volvieron a casa, durante el camino no pararon de hablar sobre la actuación. Cuando por fin llegaron se despidieron de Alex y Josh.

-Bueno, pasemos, que mi madre ya tiene preparado mi cuarto. Y la cena estará deliciosa.
-¿Cómo que pasemos? Se quedan en casa.
-Sí Jason, Kate, Iris y Emma dormirán aquí hoy. Vamos a montar una pequeña fiesta de pijamas y no pienses que puedes unirte…
-¿No?-entonces haciendo que su voz se pareciera a la de una chica dijo- pero si somos supe, súper amigas, o sea una party pijama.
-Ja, ja, ja, ja-todas estallaron a carcajadas.
-Bueno, ¿pensáis entrar o os vais a quedar aquí fuera toda la noche?
-Ya vamos mamá.
-Jason a tu cuarto, allí tienes la cena.
-Ya hasta me mandan a mi cuarto…
-No pretenderás dormir con ellas, además te necesitamos para que nos bajes las mantas del armario de la habitación de tu hermana.

Todos subieron, mientras Emma se cambiaba en el baño de Rebecca, Jason intentaba bajar las mantas. Entonces se quitó la chaqueta, ahora con la camisa tenía más elasticidad. Cuando ya había terminado y se disponía a salir vio que la puerta del baño se abría y vio la ocasión perfecta para asustar a su hermanita. Se puso detrás de la puerta, y cuando iba a gritar se encontró de frente con una chica pelirroja, de ojos turquesa que se llamaba Emma. Y cuando intentó colocarse se tropezó e hizo que ambos cayeran al suelo.

-Parece que siempre haces que me caiga ¿eh?
-Sí, y tú siempre estás ahí…

Entonces cuando solo se escuchaba el latido de sus corazones...


Álvaro.

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