Capítulo 8
Se
acercaron hasta el restaurante. Mientras los chicos pedían la comida Megan se
dedicó a interrogar a Gabi.
-Te llevas
muy bien con él, ¿eh?
-Sí, es un
chico encantador…
-Y ese
suspiro, no, no me digas que te gusta…
-Bueno, es
muy mono, pero no creo que me vaya a enamorar de él en dos semanas, aunque
pensándolo bien, ¿no te parece poco tiempo?
-¿Qué?
Según tú dos semanas eran mucho, y ahora dices que es poco, me da que te está
llegando al corazón…
-No seas
niña chica, además, mejor lo dejamos, seguro que están a punto de llegar y no
quiero que te oigan decir tonterías.
Lucca al
igual que Megan, se está dedicando a interrogar a Ángelo.
-Bueno,
¿qué es lo que te pasa?
-A mí,
nada, sino que hoy prefiero la pizza boloñesa.
-No me
refiero a eso, me refiero a la chica.
-Lucca, a
mí no me pasa nada con Gabi, simplemente me cae bien.
-¿bien? No
te has separado ni un segundo de ella en lo que llevamos de camino. No quiero
saber lo que pasara en el parque con la luna llena, las estrellas, y vamos
prefiero no continuar…
-Venga ya,
tú tampoco te has separado de Megan y no has dejado de discutir, y te recuerdo
que el dicho es que “los que se pelean se desean” no “los que caminan juntos se
gustan”.
-Mejor lo
dejamos.
Por fin
los chicos salieron del restaurantes, caminaron y la verdad es que una de las
pizzas no llegó al parque.
-Bueno,
¿qué os está pareciendo Verona?
-Un paraíso,
pero por desgracia tiene fin.
-Pero si
el primer día que estáis aquí.
-Ya pero
es que Megan es así, se piensa que todo lo bueno acaba pronto.
-¿Y eso?
-Nada que
sea necesario saber. Y ahora vamos que me muero de sueño y además los fuegos ya
han terminado.
Ángelo se
acercó a Megan y le preguntó si estaba bien, pero ella como siempre decía que
sí aunque se sintiera fatal…
En una
media hora llegan al hotel solo son las diez pero ellas están muertas de sueño.
Pero es algo que no duró mucho. Cuando entraron al hotel había mucha gente. Era
casi imposible pasar, era como un grupo de instituto. En una de estas cuando
Megan chocó con alguien, cayó al suelo y esta persona quedó parcialmente encima
de ella.
-¿Megan?
-¿Alan?
Él la
ayudó aponerse de pie.
-¿Pero qué
haces aquí?
-Bueno,
estoy de viaje de fin de curso, una semana. ¿Y tú?
-Bueno yo
también estoy de vacaciones.
-Me
alegro, oye estás muy guapa.
-Sabes,
tengo buena memoria a sí que me voy antes de que te parta la cara.
-Venga
Megan, sin rencores, quedamos como amigos, ¿no?
-¿Pero tú
que te crees?
-Yo nada.
-¿Nada?
Mira déjame en paz. Eres un idiota, te crees que es normal salir con una chica
de mentira, mira no me hagas hablar.
En ese
momento Lucca apareció junto con Gabi y Ángelo.
-¿Megan
estás bien?-dijo Lucca.
En ese
momento por la mente de Megan pasó una idea fugaz, la manera de vengar se de
él, la única.
-Si mi
amor, te presento, este es Alan mi ex. Y Alan este Lucca mi novio, y él es
Ángelo el novio de Gabi.
Las caras
de Gabi y los demás eran como platos. Pero a Ángelo no le disgustaba, así que
se aferró a su mano y esto hizo que esta se ruborizara.
-Encantado.
¿Qué tal Gabi?
-Mejor
desde que tú no estas.
Entonces
fue cuando Megan cogió la mano de Lucca y él decidió más bien pasarla por su hombro.
-Bueno te
dejamos, Alan era no, bueno, tenemos que llevar a las chicas a su cuarto.
-Sí es
Alan. De todas maneras tengo también tengo que irme. Mi profesora me llama.
-Pues solo
la oyes tú.
Los chicos
se fueron, pero en la mente de Megan volvieron todos lo recuerdos y en su
corazón todos aquellos sentimientos enterrados que parecían volver a revivir.
-Bueno
cariñito, nos vemos mañana.
-Solo
fueron unas mentirijillas.
-Pues a mi
me gustan-dijo Ángelo mirando a Gabi.
-Bueno nos
vamos a dormir, qué descanséis.
-Adiós
amores.
-Igualmente
pesado.
¿Estás
segura de que fue mentira? ¿O no?
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