Capitulo 26
Narra Cloe
Iba a coger el teléfono
para llamar a Katy cuando levanto la vista y miro por la ventana… ¡Guau! Pues sí que había cambiado el señor
Trumin en estos últimos días. Trumin es mi vecino, un señor con cierta edad ya,
cabellos blancos y unos ojos rasgados celestes que destacan frente a su blanca
tez. Su afición son las plantas y el crucigrama, no puede vivir sin ellos,
además, regañarme siempre que puede es
otra de las cosas que le encanta hacer. En cambio su esposa Monic, es todo un
encanto de mujer, con su cabello largo blanco, sus labios rosados finos y sus
ojos verdes acompañados de unas largas pestañas. Es una delicia, amable y
cariñosa siempre que tiene la ocasión,
es como una abuela para mí. Cada vez que mis padres tenían una cena de negocios
cuando era pequeña ella estaba encantada de ser mi niñera. Amo sus tortas de
manzana y sus pastelitos de vainilla.
Me acerco un poco más a
la ventana para asegurarme de que no me había confundido. Observo mejor y doy
por descontado la idea de que sea el señor Trumin. Deposito el móvil en la
cómoda y me escondo tras la cortina para espiar un poco más.
Me asomo de nuevo y sigue
ahí, es un chico alto más o menos de mi edad, moreno, de ojos celestes y a
juzgar por sus abdominales va bastante seguido al gimnasio. ¡Sii! ¡Está sin
camisa! Recién se despertó, me di cuenta en cuanto vi su pelo revuelto que lo
hace mucho más guapo todavía.
No puede ser- pienso- las
chicas no se lo van a creer, siempre se ríen de la suerte que me ha tocado con
mis vecinos, hay que decir que mis vecinos son el señor Trumin y la señora
Monic y Ralf un
hombre bastante mayor que raramente habla con extraños. Tengo
que pensar en algo para que me crean. ¡Ya se puedo sacarle una foto con el
móvil sin que se dé cuenta, que fácil!
Salgo de mi escondite y
cojo mi cámara Nikon para conseguir “la prueba”,la enciendo e intento sacarle
una foto. Pero claro no contaba con los dinosaurios de mi hermano que estaban
tirados por el suelo desde anoche que había estado jugando con ellos. Descalza
piso uno y empiezo a saltar y a gritar por toda la habitación. Yo con mi camisa
de tirantes y mi short corto de corazoncitos saltando por todo el cuarto y
gritando como una loca. Cuando más o menos soy consciente del ridículo que
estoy haciendo levanto la mirada esperando que no me hubiera visto. Pero por
desgracia estaba ahí con una sonrisa enorme en su cara y mirándome sorprendido
ante mi reacción. Genial no podía haber sido peor, salgo corriendo de mi
habitación intentando olvidar la escenita que había hecho ante el chico, ¡Que
ojos! Los tenía celestes como el cielo,
el color favorito de Katy.
Narra Katy
Me levanto de la mesa,
voy subiendo la escalera y empiezo a escuchar los primeros acordes de Taken de
One Direction.
“Now that you can’t have me
You suddenly wan’t me
That I’m with somebody else
You tell me you love me”
¡Mi móvil! Subo corriendo
los últimos escalones, entro a mi cuarto y localizo el móvil en mi mesita de
luz. Lo atiendo sin mirar quien es.
-Hola
¡Katy! Estoy llamándote desde
hace rato ¿qué estabas haciendo?
-Ah, perdóname es que estaba
abajo desayunando con mis padres y mi hermanito ¿pasa algo?
-Aii como lo quieres ehh…
no pasa nada… bueno… es muy largo de contar por teléfono ¿quedamos en la playa
y te lo cuento todo?
-Claro ¿llevamos las
tablas y surfeamos un poco? Hace siglos que no surfeamos juntas creo que desde
el fin de semana que nos fuimos todas juntas con tus padres a Hampton Beach.
-Siii, con los exámenes
finales estábamos asfixiadas. Y lo de Hampton Beach tenemos que repetirlo a ver
si hablo con mis padres.
-Ok, ¿quedamos en media
hora en el lugar de siempre?
-Bueno, en media hora
estoy allá ¡no llegues tarde ehh!
-Jajaja noo
-Mas te vale, un beso te
quiero chau
-Chauu nos vemos en media
hora
-Bye!!!
Me pongo rápidamente el
bikini y salgo corriendo con mi tabla de surf bajo el brazo. El lugar donde quedábamos
siempre desde niñas no estaba lejos, quedaba cerca del restaurante de mis
abuelos. Amaba ese lugar, era uno de mis preferidos junto al muelle, me servía
para relajarme, para pensar, para escaparme de todo y olvidarme del mundo…
Sumidas en mis
pensamientos llego a la playa, me deshago de mis chinelas y lo primero que hago
es hundir mis pies en la arena caliente. Me encanta esa sensación, hacía tiempo
que no la sentía. Miro alrededor y veo un par de sombrillas, gente bañándose y
surfeando y allí a lo lejos al borde del agua sentada en la orilla esta ella…
Cloe. Me acerco despacio para asustarla
pero cuando estoy a tan solo un paso de ella se gira y me dice…
-Ya te vi Katy- con una
sonrisa maliciosa en su cara
-Mentirosa jaja te asuste
-Jaja no te emociones ya
te había visto. Y por fin llegas ehh
-¿Qué?- exagero mirando
mi reloj- pero si lego exacta no llego ni un minuto tarde ni un minuto temprano.
-Si si exacta, después te
quejas de Melanie
-Ja ja tonta ¿dejamos las
cosas aquí?
-Si vamos que me muero
por meterme al agua
Guardamos la ropa en
nuestras mochilas y nos hicimos con nuestras tablas.
-La que llegue última es
tonta- exclame divertid retándola. Era una tradición de todas, desde que éramos
niñas jugábamos a ver quien llegaba antes a la orilla.
-Ok – me dijo y empezó a
correr antes de dar la salida. ¡Tramposa!
Llegué a la orilla y
había sido la primera, miro hacia atrás y … Cloe está petrificada. ¿Qué le
pasa? Siempre me gana a este juego desde que éramos chicas. Miro unos pasos más
allá y veo...
Continuará (L) …
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