Summer's Stories

Capitulo 28

Narra Cloe

Di tres pasos dispuesta a hacer lo que hiciera falta para ganarle a Katy en nuestras típicas carreras pero no pude vi algo… y me congelé. Ahí estaba él... ¡¡el ojazos!! Saliendo del agua con sus bermudas rojas que parecían hechas a su medida, su torso moreno perfectamente musculado al descubierto  y su tabla de surf bajo el brazo. ¡No podía ser encima de lindo surfista!

Me embobo mirándolo, se da cuenta y sonríe al verme intentando hacerme la distraída. No puedo más, me pongo muy nerviosa y mis rodillas empiezan a temblar ¿y si me reconoce? ¿ y si se acuerda de la escenita de hoy?... No puede ser me muero de vergüenza. Me tapo con la tabla de surf y hago lo imposible para no caerme y pasar desapercibida aunque cualquiera que me viera diría que estoy verdaderamente loca.

Fijo mi mirada en la orilla y veo a Katy corriendo hacia mí y haciendo todo tipo de aspavientos con las manos en señal de victoria.

-Es él- le susurro desde atrás de la tabla

-¿Qué te pasa? ¿Quién es él?- me pregunta Katy sin entender nada

-Él… “el ojazos”. Él que me vio hoy de mañana intentando sacarle una foto.

-¿Ehh? ¿Para que querías sacarle una foto pillina?

-Era para mostrársela a ustedes sino no me iban a creer

-Bueno en eso tenes razón, no te creo si me decís que ese es el señor Trumin, que cambio ¿no?

-Ja, ja que lista, pero no es el señor Trumin, bueno en realidad vive en su casa pero todavía no averigüe
quien es y que hace ahí.

-Pero una cosa ¿qué te dijo cuando se dio cuenta que le intentabas sacar una foto?

-A ver…primero: no llegué a sacar las cosas y segundo: salí corriendo así que no pude ver su reacción.

-Encima no se la sacaste ¡que boba!

-Ja, ja es que estaba más entretenida en salir corriendo y empezar a gritar dando saltitos en pijama por todo mi cuarto.

- Jajaajajaja ¿Por qué?

-Pise uno de los dinosaurios de mi hermano

-Si si, lo que se dice empezar con buen pie.

-¡Que graciosa!- me hago la enfadada mientras Katy se muere de la risa, se tira a la arena doblada por la risa, que exagerada. Como le encanta reírse de mi aunque no puedo evitar contagiarme y terminar
riéndome a su lado en la arena.

-Bueno, tranquila seguro que no te reconoce, a lo mejor no te vio la cara si saliste corriendo – me animó
cuando por fin recuperamos el aire.

-Ojalá, fue el mayor ridículo de toda mi vida

-No no el mayor fue aquella vez que te caíste en frente de Dennis en la escuela ¿te acuerdas?- me pregunta Katy entre risas de nuevo- y siento decirte que ridículo o no viene hacia aquí. Me parece que te reconoció. ¡Buena suerte, te espero en el agua! ¡¡¡Y cuidado con los dinos!!!
Me quede de espaldas sin poder moverme, no me atrevía a darme la vuelta y encontrarme con él cara a cara. Siento que algo roza mi hombro y me doy la vuelta.

-Hola  ¿vos sos mi vecina, la que estaba bailando hoy de mañana no?

-Ehh.. si hola- dije roja de la vergüenza, se acordaba y lo pero me había reconocido. Pero que acento más lindo, de donde sería.

-Supongo que sos mi nueva vecina entonces… encantado soy Fabián el sobrino de Trumin.

-Ahh, si encantada yo soy Cloe- dije nerviosa.

-¡Cloe! Qué lindo nombre pero ahora si me vas a decir… ¿por qué me sacabas una foto?- el chico era bastante directo se ve que le gustaba ir al grano. Esa pregunta no me la esperaba, enmudecí. ¿Qué le iba a decir: era para tener una prueba cuando les contara a mis amigas sobre mi nuevo vecino?

Se dio cuenta de que estaba empezando a sonrojarme y me dedico una sonrisa, eso no mejoraba mucho
al contrario. Mis rodillas empiezan a temblar, trato de evitar su mirada y miro por encima de sus hombros…


Narra Katy

Cotilleo durante unos segundos lo que está ocurriendo entre Cloe y el ojazos. ¡Tengo que estar presente en la escena cuando les cuente la exclusiva a las demás! Está hablando, bueno mas bien él habla y Cloe asiente a todo y ríe de vez en cuando. Debe de estar muriéndose de vergüenza por el hecho de que recordara el espectáculo de esta mañana. Me rio inconscientemente de la escena y decido que la “parejita” necesita un poco de intimidad.

Introduzco poco a poco mis pies en el agua y un escalofrió recorre cada centímetro de mi cuerpo. El agua está fría pero no deja de estar agradable. Voy metiéndome poco a poco, dos niños a mi lado entre ellos y ríen al ver el espectáculo que hago para meterme en el agua.

-¡Detente con mi rayo súper  estático!- exclama el chico rubio más gordito

-Nooo, ataque de aguaaa! – le contesta el chico moreno. Estos chicos me recuerdan al hermano de Cloe y sonrio al imaginármela saltando por su habitación por pisar su dinosaurio.

Sujete la tabla y me sumergí de golpe.  Abrí los ojos debajo del agua y pude sentir como la sal ardía en mis ojos.  Volví a la superficie y me senté en la tabla para acomodarme mejor el bikini, no fuera a ser que ahora diera yo el “numerito”.  Ya tuvimos bastante con Cloe esta mañana.

Intento atarme el bikini pero las tiras se resbalan en mis dedos mojados, pero finalmente consigo atarlo. Me giro hacia la orilla y no puedo creer lo que veo…
¡A Cloe saltando y agitando sus manos intentando decirme algo! A su lado el ojazos mirándola sorprendido pero a la vez divertido. Sigo sus señas y veo a un chico rubio, moreno, alto con un neopreno hasta su cintura entrando en el agua poco a poco de una forma demasiado sexy.

No podía ser, o podía ser otro que ¡¡DEREK!!
Me congelo, no consigo moverme y me embobo mirando como se sube el neopreno y se sumerge en el agua. Se está acercando poco a poco hacia mí, no sé si me ha visto o simplemente quiere ir más adentro. Pero por si acaso: me peino las cejas, me arreglo el pelo, me acomodo el bikini… ¡Lista!

Continúo mirándolo y me descuido por un momento hasta que PLAFF una ola me deja totalmente fuera de juego y en ridículo. Me caigo de la tabla pero salgo a la superficie con la esperanza de que no me haya visto, muerta de vergüenza y con los ojos ardiéndome por la sal. Abro los ojos y…

Continuará (L) ...