domingo, 18 de noviembre de 2012

Aún sigue lloviendo!



Capitulo 8

En Sydney…

Narra Amanda:

Querido diario:

Hoy ha sido un día increíble, lleno de emociones nuevas, todavía me resulta raro poder dejar de pensar en todo lo que he vivido en este día maravilloso, mi vida ha empezado a cambiar a mejor, mis labios desean besar mil y un veces más sus labios, mi mejilla espera otra y otra caricia de sus cálidas manos, mi cuerpo espera otro abrazo aun más fuerte que el otro de sus brazos y mis ojos esperan otra mirada cegadora e impactante de sus ojos, esas que te quedan sin palabras, se lo que quiero, lo quiero a él, él que me saca una sonrisa inesperada, él que me quita todos los temores que deambulan por mis pensamientos, él que hace latir este pequeño corazón a cien por hora. 

En la hermosa mañana del día 15 de junio:

-Woah, mira Amanda-.

-¿El qué Jorge?-.

-Allí, mira que bonito, ¡es como Nemo!-.

-Así, es verdad, es precioso, pero mira, allí más, son como los que tiene Allan en su casa-.

-Si es verdad, por cierto, que me estaba preguntando yo, por casualidad, ¿Crees que estará el agua fría?, es que…-.

-Pues no sé, no la he probado, espera, pero…,  no serás capaz, ¡¡no, para, para!!-. Mientras intentaba tirarme al agua, no podía para de reír, toda una lluvia de sonrisas y alegrías brotaban de mi boca, me agarró con sus brazos, primero uno de mis pies toco el agua, estaba congelada, pero no paró hasta que al fin consiguió meterme entera, salí empapada pero yo no fui la única en bañarse.
 
-¡Ala!, ya me he bañado, ¿Contento?-.

-Jajajaja, demasiado contento, eso te pasa por fiarte de mí-.

-Bueno, es que si no me fío de ti de ¿quien lo podría hacer?, al menos, ¿Me ayudas a levantarme?, es que no puedo-.

-Claro, venga dame la mano-. Al darme la mano, lo empujé y cayó al agua en plancha, salí corriendo pero no duré mucho de pié, me cogió por la cintura y caímos abrazados en la arena, al menos la arena estaba calentita-.

-Ja, te atrape, nunca podrás escaparte de mí-.

-Vale, me rindo, ¿A que estaba buena el agua?, eso espero, espero que nunca puedas sepárame de ti-.

-Eres…-.

-¿Qué soy, un amor o un encanto? Elige, por las dos me encantan, Jajajaja-.

-Jajajaja, no, eres mía, solo mía, ¡eres mi tesoro! (Con voz de Gollum), yo tampoco quiero sepárame de ti nunca más, no quiero volverte a perder como ya una vez lo hice-.

-Jajajaja, lo que tu digas Gollum, yo tampoco, fue un error dejarte y no avisarte-.
 
Después de darnos una ducha, separados, larga e intensa, para quitarnos esos kilos y kilos de arena incrustados en el cuerpo, y yo, sobretodo en la cabeza, que ya no sabía si considerarme una persona o una croqueta, después de todo vino la noche, después de un día lleno de emociones inesperadas. No quiero despertar de esta fantasía que no se esfuma de mi mente, la que cada noche invade mis sueños y los conviertes en algodones de azúcar desechos en mi boca, con un sabor dulce y lleno de nubes flotantes en mi paladar, no quiero dejar de saborear sus dulces labios, con sabor de macedonia, los que me transportan a otra dimensión con solo rozarlos, no quiero dejar lo a él, porque lo quiero y demasiado. 


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