viernes, 2 de noviembre de 2012

Cada día...

Capítulo 11


Ángelo y Gabi se han quedado con toda la movida, así que al llegar no pudieron  disimular más y estallaron miles de risas.

-Pero se puede saber qué os ha pasado, has dejado a la pobre medio muda.

-Es que es una cotilla, y estaba haciendo más preguntas que…, te acuerdas de ¿Yolanda?, pues peor…

-Perdonad, ¿pero quién es Yolanda?

-Una compañera de clase, que es muy, pero que muy pesada, y le encanta saber todo, sobre todo.

-Ah, vale, bueno voy por Lucca.

-Claro.


Ángelo se aleja dejando a las chicas solas, totalmente solas. Así que deciden hacer lo que cualquier chica de 17 años.


-¿Qué se supone que vamos a hacer?

-¿Con qué?

-Con la visita de hoy.

-Nada, simplemente le diremos que, no sé Gabi, es que si vamos a Piazza dei Signori, seguro que Marie le cuenta lo que hablamos y conociéndolo, seguro que se piensa que me gusta.

-Pero si es la verdad, Megan tienes que dejar que disimular.

-¿Perdona?

-Megan mejor lo dejamos, te está sonando el móvil, ¿no lo vas a coger?


Megan se percata del sonido del teléfono, sonaba Love story  de Taylor Swift. ¡Qué oportuna la cancioncita!


-¿Sí?

-Hola ¿ya te olvidaste de mí?

-¿Quién es?

-Qué fuerte ya no me recuerdas, y eso que te recomendé a dos guías turísticos.

-Ah, Luis, ¿qué tal?

-Veo que de mi nombre si te acuerdas, estoy bien, ¿y vosotras?

-Divirtiéndonos, pero cuéntame, ¿qué tal Ricky?

-Bastante grande, ¿está por ahí Lucca o Ángelo?

-No, están comprobando la reserva del restaurante por parte del hotel, ¿por qué?

-Es que tenía que hablar con ellos por una cosa, era para avisarle de que una amiga suya iría por ahí a verlo.

-¿Te refieres a Marie?

-Sí, pero… ah vale, ya os la habéis encontrado ¿verdad?

-Sí, es simpática.

-Si tú lo dices… Bueno, pues pásame con Gabi.

-Claro espera.


Megan busca a Gabi por la recepción pero no la encuentra, entonces la ve, está con Ángelo, pero no está  bien, está como enfadada, la llamo pero no me hace caso, cuelgo el móvil y voy hasta donde se encontraban.


-¿Qué pasa?

-Megan, es mejor que nos vayamos.

-Pero y Lucca, ¿él no viene?

-No, ven.

-Espera qué es lo que suena.

-Nada, vámonos.

Me acerco a la puerta que da a uno de los salones de la recepción y por desgracia lo que veo hace que mi vida se pare en un solo segundo. De nuevo esa sensación gélida que atraviesa el corazón como un cuchillo. Noto como Gabi me arrastra, pero lo único que puedo ver es su mirada llena de…



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