Capítulo 28
-Hola.
-¿Danna,
qué haces aquí?
-Pues
la verdad es que me apetecía verte, y como hoy no teníamos clases…
-Ya, pero, es que
ahora mismo estoy esperando una visita, y no es que no me guste que hayas
venido, pero, en fin, llevo tiempo esperando por esa persona y no voy a dejar
que cuando venga te vea y piense que le he cancelado la cita.
-¿Qué? No me lo puedo
creer, o sea, que vengo hasta aquí y ¿encima me echas?
-Pues la verdad es que
sí, y además, como dijiste antes, hoy no te tengo que dar clases de guitarra.
-Pues que sepas que
tocas la guitarra de pena, o qué te pensabas ¿qué solo quería aprender?
-Pues sí…
-No, solo quería pasar
contigo tiempo y que en algún futuro cercano, bueno ya me entiendes…
-No te entiendo y no
quiero entenderte, si me disculpas, he quedado.
Entra en casa, coge el
móvil, el abrigo, la cartera y las llaves. Con cuidado aparta a Danna de la
entrada y cierra la puerta dejándola con la palabra en la boca.
-¿Te vas?
-Sí, un placer verte.
-Serás…
Y se marcha, prefiere
no oír lo que aquella chica le está diciendo. Pero tenía que avisar a Emma,
había un cambio de planes… Coge el móvil, es un mensaje de Jason, le dice que
tienen que quedar dónde la primera vez, ¿por qué será? En fin, no está lejos de
allí, camina decidida, contenta y con ganas de verlo. Pase delante de una
dulcería y entra, allí compra dos napolitanas rellenas de crema y con azúcar
glas por encima. Todo iba perfectamente, hasta que al salir de la pastelería se
encontró con tres chicas mirándola con caras de asesinas.
-¿Tanta hambre tienes
Emma?
-Sí, es que
últimamente tengo mucho apetito, pero, ¿qué hacéis aquí no se supone que
estabais con proyecto o algo así?
-Sí, y ¿tú no ibas a
acompañar a tú hermano o a tú madre a realizar algunas tareas?
-Claro, pero es que al
final se han ido sin mí.
-Bueno, ¿entonces no
te importará acompañarnos a dar una vuelta por ahí verdad?
-No, pero es que…
-¿Por qué no te dejas
de tonterías y nos dices que hay entre tú y Jason?
La cara de Emma es
ahora incluso mucho más blanca que la nieve que hay en el suelo.
-Chicas… Yo…, no sé
que decir…
-No hace falta-dice
Rebecca.
-Sí, vámonos anda, si
es que…
-Pero, chicas, ¡no os
vayáis!
Pero nada, las chicas
se marchan. En ese momento se queda pensativa, ¿qué había hecho? Corriendo
llama a Jason. Y en unos minutos llega, la chica al verlo se desploma y empieza
a llorar como nunca antes lo había hecho. Acababa de arruinar una bonita
amistad, las chicas no le hablarían.
-Venga Emma, deja de
llorar, ya verás que explicándoles la verdad lo entienden.
-Sí, pero es tú no las
vistes Jason. Nunca pensé que Kate llegaría a mirarme de esa manera, incluso
Iris no se dignó a mirarme a la cara, me huía. Y no te cuento Rebecca porque
eso ya me mató…
-¿Quieres que hable yo
con ellas?
-¿Y qué les vas a
decir? Que desde hace un par de días nos vemos a escondidas, que les he estado
mintiendo solo por verte a ti, que me da tanta vergüenza que sepan que he
suspendido el examen de matemáticas que incluso te he tenido que pedir a ti, no
te ofendas-dijo aclarando- que me des un par de clases para que no me quede.
-Pues sí, aparte,
tampoco es para tanto solo es un examen.
-Ya, pero es que si no
mi madre me va a matar… Que esto no es la ESO, es Bachiller.
-Bueno, qué tal si
primero te calmas, vamos a mi casa, te explico las que te salen en el examen de
mañana y después hablamos con ella, o lo intentamos al menos.
-Vale, incluso se me
han quitado las ganas de comer.
-Mejor, así hay más
para mí.
Y sin darse cuenta se
ríe, siempre consigue que lo haga, incluso al verla llorando aquel día por el
pasillo al enterarse de la nota… Pero en ese momento, Emma se acerca a Jason y
lo besa, es beso rápido, cariñoso, pero es también un beso que le apetecía
mucho dar, desde el día en que se tropezó con el en casa de Rebecca, el día que
vio por primera vez esos ojos color castaño, aquellos que la volvieron loca,
así como el día de la fiesta en la casi se besan…
-¿Y esto?
-Perdona, no debí, lo
siento…
Pero esta vez es él el
que se acerca a ella y la besa, esta vez el beso dura más…
-No me lo puedo creer.
-Ni yo.
-Es que no me lo
esperaba de Emma, ¿ha estado pasando de nosotras por verse con tu hermano?
-Sí, y lo raro es que no
nos hayamos dado cuenta.
-Que mal estoy…
-Sí, yo también, creo
que deberíamos hablar con ella.
-No, si nos tiene algo
que decir que venga ella. Nosotras no le hemos mentido, ha sido ella.
-¿Qué tal si os
quedáis en mi casa y lo hablamos?
-Me parece bien Iris,
¿qué tal si nos vemos aquí dentro de quince minutos y vamos todas juntas a tu
casa después?
-Vale, ¿aviso a Emma?
-Yo creo que es mejor
esperar.
Y así cada una se va a
su casa a preparar la muda para el día siguiente, en el que tendrían que verse
cara a cara con Emma.
Caminan de la mano,
Emma por muy raro que parezca no se siente extraña, sino confiada, aunque
triste por la discusión con sus amigas. Jason sin embargo está en una nube.
Piensa en que por fin la ha besado, aunque primero fuera ella, pero, aún así
sabía que Emma no estaba disfrutando, y todo, bueno en parte por su culpa.
-Oye, ¿qué tal si vas
a hablar con mi hermana? Seguro que ya está en casa, y a lo mejor ya puedes
hablar con ella.
-Es buena idea.
-No lo parece, en vez
de estar contenta, o más animada, estás triste.
-Es que las quiero
mucho Jason.
-¿Y a mí no me
quieres?
-Claro que sí, pero
son cosas diferentes.
-¿Pero me quieres
verdad?
-¡Que sí pesado!
-Demuéstramelo.
Kate mira el móvil,
tiene un mensaje de Spencer. <<Ya te extraño>> ¡Qué romántico! Kate
lo llama al tercer vips responde.
-Hola cariño.
-Hola, acabo de ver tu
mensaje, es precioso.
-Pues no lo parece,
¿estás bien?
Y se lo cuenta todo,
mientras en otra casa no muy lejos.
-Alex te ha llamado.
-Vale, ahora lo llamo.
Marca el número y
bingo, lo coge.
-Hola.
-Hola, ¿estás bien?
-No, te tengo que
contar algo, ¿tienes tiempo o esta ocupado?
-Para ti el que
quieras.
Y otra más que se
desahoga.
-Cariño, ¿has hablo
con ella?
-Bueno, la verdad es
que la seguimos y la cogimos al salir de aquella pastelería y no es que le
diéramos mucho tiempo para hablar.
-Pues es lo que
deberíais haber hecho Iris, a lo mejor Emma tiene una buena escusa. ¿Por qué os
enfadasteis tanto?
-Porque nos mintió.
-Ya pero, sabéis la
razón.
-No, bueno pero
dejémoslo, no quiero discutir contigo.
-Si, yo tampoco, de
todas maneras llamaré a Jason después.
-Bueno y ¿qué tal si
me mimas un poquito?
Y la besa, le encanta
que esté así de cariñosa, fue una de las cosas que hizo que esa chica alocada
le robara el corazón.
Mientras tanto, las
chicas terminan de preparar las cosas para esa quedada y se van a casa de Iris,
en vista de que la chica les envió un difundido diciéndoosle que fueran
directamente a la casa que allí estaba Josh y que se marcharía pronto.
Llegan a casa de
Jason, allí está Thomas, su padre. Es un hombre que impone respeto. Emma lo
saluda y va hasta la cocina dónde está la madre de Jason.
-Hola, ¿está Rebecca?
-Hola Emma, no,
Rebecca está en casa de Iris, ¿no te dijeron que hacían una fiesta de pijamas
esta noche?
-La verdad es que no…
Álvaro.
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