domingo, 17 de febrero de 2013

''Just Teen's feelings''


Capítulo 29

Emma está entre un ataque de shock y unas ganas de llorar tremendas. Jason está a su lado.

-Emma, ¿me estás escuchando?
-¿Qué? No perdona.
-No pasa nada, te estaba diciendo que si quieres que te acompañe a casa.
-Sí, creo que intentaré contactar con ellas por medio de tuenti o Skype.
-Vale. Espera un momento.

Oí como Jason le comentaba a su madre que me acompañaría a casa. Después volvió.

-¿Vamos?
-Jason, puedo decirte una cosa.
-Sí, claro, dime.
-Me alegro de que al menos tú estés aquí conmigo.

Las chicas llevan media hora si decir una sola palabra.

-Bueno, ¿qué tal si leemos algunos de los comentarios del blog?
-Sí, será lo mejor.

Iris enciende el portátil. Nada más encenderse le suena un mensaje de Skype.

-Chicas, es Emma, quiere una videoconferencia.
-Recházala.
-¿Pero?
Pero nada, Iris hace lo que le dicen sus amigas.Rechaza la petición. Pero al momento vuelve a sonar, esta vez, Kate se adelanta y la acepta.

-Hola chicas, ¿qué tal?

De la ventana de sus amigas no salía ni una sola palabra. La verdad es que Rebecca se había enfadado, aunque en el fondo también quería hablar con una de sus amigas.

-Chicas, de verdad que lo siento, no era mi intención mentiros pero es que no es lo qué os pensáis.

Nada, ni un solo sonido, incluso habían tapado la cámara con un papel. Los ojos de Emma empezaron a enrojecerse.

-No sé cómo pediros perdón pero es que vale que os he mentido pero, no quería, es que, no sé, de verdad chicas, no volverá a pasar…

No podía articular ni una sola palabra, ahora solo quedaban lágrimas. Esta vez fue Iris la que cortó la comunicación por su cuenta. No podía creérselo, ¿le habían cortado al video llamada? Lo intentó muchas veces más, pero la respuesta siempre era la misma, RECHAZADA…

Al siguiente día Emma intentó hablar con ellas pero cuando llegó a dónde se solían esperar ya no estaban allí. Esta vez le tocó ir sola, y la verdad es que le dolía, y mucho, más que nunca. Cuando llegó al instituto las vio, una sonrisa escapó de sus labios, perol enseguida se esfumó al ver que se marchaban solo para no verla. Durante las clases ni siquiera la miraron, era una tortura. Incluso Fabiola se preguntaba que era lo que les había pasado. Al final, consiguió hablar con ellas, aunque solo fuera en la clase de español.

Cuando llegó el recreo fue a buscarlas, esta vez no se les escaparían, vio que entraron en el baño, era su oportunidad, pero al intentar entrar la profesora de música la llamó.

-Emma, venga a ensayar.
-No puedo, es que tengo que ir al baño.
-No hay tiempo. Venga, queda menos de un mes.
-Voy.

Las chicas se le habían escapado, estaba desesperada. Al entrar en el aula de música vio a Spencer.

-Hola Emma.
-Menos mal, tú al menos me hablas.
-Jason me lo ha contado, no te enfades con él, prácticamente le he obligado a hacerlo.
-Ves, si no se lo hubiera dicho a nadie seguro que ahora estaríamos aquí las cuatro, riéndonos, es que soy…
-Ey, tampoco te pases, pero, ¿por qué no se los dijiste?
-Porque me da vergüenza, ellas van bien en todo, y yo flaqueo en mates.
-Ya, pero seguro que lo hubieran entendido.
-Sí, pero, entiéndeme, para mí es muy duro.
-Bueno, qué tal si empezamos, será mejor que empieces de cero con ellas, que primero se los digas y después que vuelvan a creer en ti.
-Ya lo sé… Bueno, pero ahora pensando, ¿te importaría ayudarme con una cosita?
-Si está en mis manos…
-Lo está.

El ensayo empezó un poco más tarde de lo que debería pero mereció la pena, ya que aquella idea era sin duda una de las mejores que había salido de la cabeza de Emma. Después de ensayar como locos, decidieron ir a comer algo a la cafetería del instituto. Por el camino Marc, Colin y Spencer, sin olvidarnos de Emma fueron hablando de los ajustes que le faltaban a la canción, cuando… Allí estaban, las tres, sin pestañear, parecían tres estatuas, muy bien vestidas todo hay que decirlo. Kate llevaba su cazadora negra, le quedaba genial. Iris llevaba sus pantalones lilas, esos se lo había regalado yo, y Rebecca llevaba su camisa blanca de encaje. Ni siquiera esperaron a que las saludara, directamente se dieron la vuelta, Spencer me miró y me sonrió, supongo que intentaba que el mal trago no fuera tan amargo. Se marchó hasta dónde Kate lo recibió con un ligero, pero cariñoso beso en los labios. Marc, Colin y yo fuimos a por algo de comer. Marc y yo compartimos una ración de lasaña y Colin se comió una buena hamburguesa doble. La verdad es que no tenía mala pinta. Mientras comíamos me fijé en las chicas estaban hablando del blog. Las echaba de menos. Demasiado. Como siempre el tiempo para comer fue corto, volvimos a clase pero me perdí por el camino… Aproveché que la puerta de la sala de audiovisuales estaba abierta y entré, era hora de pasar a la acción.

-Señorita Hudson, ¿sabe dónde está la señorita Emma?
-No, desde el almuerzo no lo veo.
-Pero, ¿qué es eso? No es la voz de Emma.

De repente, casi sin darnos cuenta Emma estaba hablando por el altavoz de la sala de audiovisuales.

-Chicas, quiero pediros perdón, sé que a lo mejor esto no hará que me perdonéis pero, os contaré qué me pasaba, suspendí el examen de mates y me daba vergüenza pediros ayuda porque vosotras sacasteis muy buena nota, lo siento, os quiero… Eh, señor Michael,  verá puedo explicárselo… Os quiero chicas.
-Señorita.

Y se paró, no se volvió a ni un solo sonido desde el altavoz. A las chicas no les cabía el corazón en el pecho, esto las había superado por completo. Esto era la única prueba que necesitaban, aunque ahora Emma estaba en un grave problema.



Álvaro.

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