Capítulo 30
-Espero que le haya quedado claro señorita
Fleches.
-Sí señor Michael, no volverá a ocurrir.
-Eso que ha hecho es… una vergüenza para una
alumna de buenas notas, aunque claro, ya me ha llegado la noticia de la nota
del examen de matemáticas.
-Lo siento señor, desde ahora me mantendré
alejada de cualquier problema.
-Por el momento ya sabe cual es el castigo.
-Sí. Adiós.
-Adiós, ojala no vuelva a verla en mucho
tiempo por aquí.
-Sí.
Emma camina por el pasillo, por una parte
orgullosa y por otra disgustada porque han llamado a sus padres, ahora si que
la castigarían con no salir durante dos millones y medio de años.
Pero en fin, esas son las consecuencias de
salvar su amistad. Cuando está a punto de entrar en clase ve que las chicas no
están. Recoge su mochila y se dirige a la salida, qué tonta es, ¿qué se
pensaba? ¿Qué estarían allí, esperándola para reconciliarse? No… Vi como mi
madre entraba en el despacho del director. Me senté junto a mi hermano. En el
coche ni las moscas se atrevían a decir una palabra.
-Espero que tengas una buena explicación
señorita.
-Sí, mamá, papá, veréis, la verdad es que ¿os
acordáis del examen de mates que suspendí? Pues me daba mucha vergüenza
contárselo a las chicas porque ellas habían sacado buena nota, el caso es que
le pedía a Jason, el hermano de Rebecca que se le dan muy bien las mates, que
me diera unas clases y no se los conté. Entonces el día que fuimos a ver trajes
de damas para la boda de Clara me dijeron de quedar, pero yo ya había hablado
con Jason para que me explicara las derivadas, y les dije que tenía que salir
con vosotros, y me siguieron, me vieron con Jason y se enfadaron. Estuvieron
días sin hablarme. Lo peor es que encima de haber hecho lo que hice, no, no,
siguen sin hablarme.
-Ya cariño. Bueno, mientras tanto estás
castigada una semana sin salir.
-Vale, y ¿cómo es que vas tan arreglada?
-Es que hoy tu padre y yo nos vamos a una cena
con los Dylan.
-Mamá, yo había quedado con Sara para ir al
cine, ¿puedo ir?
-Claro Alonso la que no puede salir es tu
hermana no tú.
El resto del camino fue más ameno. Al llegar a
casa subía mi cuarto, me apetecía un baño. Cogí las toallas y el móvil. Preparé
el agua, como no estaba muy animada, decidí poner el disco de Mcfly, me
encantaba y era la única forma de hacerme sentir algo mejor.
-Kate, ¿qué haces aquí?
-Hola Alonso, ¿está Emma?
-Está castigada.
-No te he preguntado si está castigada o no,
solo si está.
-Sí.
-Hola Kate.
-Hola señora Fleches. ¿Está Emma?
-Sí, cariño, pero hace un momento se entró a
bañar y estaba algo deprimida así que se pasará allí un buen rato, además está
castigada.
-Bueno, ¿al menos le podría dar esto?
-Claro cariño, bueno, nos vemos.
-Adiós, déle saludos al señor Fleches.
-Serán dados, saluda tú a tus padres de mi
parte.
Sentí la puerta de mi cuarto abrirse, era mi
madre. No quería salir del baño en mi vida.
-¿Qué te ha dicho?
-Solo hablé con su madre y con Alonso.
-Pero, ¿le dijiste que si la podías ver
verdad?
-Sí, pero está castigada.
-¡Qué mal! Somos las peores amigas del mundo,
tendríamos que haberla esperado después de clase.
-Ya, pero, recuerda que ella estuvo tiempo en
el despacho.
-Sí, bueno, vamos, ¿crees que lo habrá abierto
ya?
-Supongo, ya han pasado como 2 horas desde que
se lo dimos.
-Creo que es mejor que esperemos ha que ella
de señales de vida.
El agua se ha puesto fría, pero Emma sigue
dentro. Tiene que salir. Sale del la bañera y se seca, se pone el pijama, solo
tiene ganas de estar acurrucada junto a la ventana con un buen libro. Al salir
del cuarto del baño y encima de cama una pequeña caja. Me senté en los cojines
que hay en la ventana, siempre que estaba mal escogía ese asiento.
La caja no tenía nombre ni nada, al abrirla se
me derramaron las lágrimas. Había una foto, la primera foto que nos sacamos las
cuatro. Recuerdo ese día, es uno de los más felices de mi vida. También hay una
carta y una bolsa con golosinas y son de mis preferidas. Abrí el sobre y saqué
la carta, era la letra de Rebecca:
Querida Emma:
Hola, ¿qué tal? Sé que te hemos hecho daño pero
es que nos molestó mucho que no contaras con nosotras para eso, dijimos que nos
ayudaríamos en todo y que por eso éramos amigas…Tal vez pienses que no nos
importas porque no nos viste al salir del despacho del director, te esperamos,
pero vimos que no venías.
Bueno, ahora estás castigada pero de que
termine el castigo, bueno, mañana, volveremos a esperarnos junto a la casa de
Iris, hablaremos, y nos contaremos todo, como antes. Y así… bueno, ya me
entiendes.
Eres muy valiente al haber hecho lo que hiciste,
parecías una gran interlocutora desde la clase. También oímos al señor Michael.
Ja, ja, ja, ahora eres una leyenda en el instituto. Bueno te dejamos pero
quiero que sepas que te queremos mucho, mucho, y mucho más.
PD: No te vas a escapar de cantar en primavera
¿eh? ¡Nos vemos mañana!
-Mirad chicas tengo un mensaje de Emma, dice
que le encantó la carta que ella también nos quiere y que ya nos veremos mañana
y que así hablaremos las cosas en persona.
-Me alegro de que todo vuelva a ser como antes.
-Sí bueno chicas yo me voy.
Rebecca se va a su casa, tenía una cita con
Alex, Spencer llamó a Kate y se fueron a dar una vuelta, Iris y Josh se
quedaron en casa comiéndose toda la tarta que había quedado del santo de su
padre. Mientras tanto ¿qué estaría haciendo Jason?
Álvaro.
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