Capítulo 32
-¿Estás bien?
-Sí, la que está mal es Rebecca.
-Oye Emma, se que tal vez no es momento para
hablar de esto pero… ¿ahora qué va a pasar?
-¿A qué te refieres?
-Me refiero a que ya no me conformo con verte
por las mañanas, a esa sonrisa en el recreo a que hablemos y sin embargo no lo
hagamos de lo que tenemos que hacerlo. Me refiero a que ya no puede seguir
fingiendo o al menos intentando disimular que te quiero.
-Jason, verás…
-No Emma, es fácil. Solo dime si tú sientes lo
mismo que yo. Porque el otro día fui el chico más feliz del mundo simplemente
por el hecho de que pude estar contigo cuando peor estabas, por el hecho de
haberte besado, de haber rozado tus labios de abrazarte… Emma.
-Jason. Para mí todo esto…
-Eso qué significa.
-Significa que te quiero, que quiero estar
contigo, que desde la primera vez que te vi me gustaste. Significa que si me
dejaras no hubiera hecho falta todo esto. Significa que me encantó que
estuvieras conmigo cuando peor estuve, que me besaras… Significa todo y más.
-Emma.
-Así me llamo.
-¿Y ahora?
-No sé, eras tú el que quería que habláramos.
-Ya lo sé. Es que solo me apetece…
Pero no le da tiempo a decir nada, esta vez es
Emma la que da silencio a las palabras de Jason. Le encanta que haga eso. Para
él ella ahora será lo que le ayude a seguir adelante.
Un mes después…
Caminan de la mano sin decir nada, simplemente
se escuchan sus corazones latiendo. Era algo con lo que ambos habían soñado más
de una vez. No piensan en nada solo quieren dejarse llevar por lo sentimientos.
Pero no todo es igual de bonito para todos. Alex todavía se está recuperando
del accidente y Josh de la muerte de su abuela Marie. Este mes ha sido, en
general uno de los peores para los chicos así como para las chicas.
Pero en lo que ahora pensaban, lo que inundaba
sus mentes era el baile de primavera. Solo quedaba una semana para el baile, el
último del curso. Este año había sido para las chicas el más corto. Había
tenido muchas cosas buenas, pero también varias malas. El caso es que por fin
lo lograron. En unas cuatro semanas 1º de bachillerato se daría como
finiquitado y para ellas significaba el comienzo de las tan esperadas
vacaciones.
-Oye, ¿y cuando vamos a mirar los trajes?
-Es verdad, dónde tenemos la cabeza. Hay que
comprarlos.
-Sí porque solo queda una semana y seguro que
los mejores trajes ya no están.
-Es verdad, bueno, tal vez le podrías pedir a
Alonso que nos llevara a la ciudad para comprarlos allí, seguro que nadie ha
ido tan lejos a por ellos.
-Ya pero la cosa es cuando ir porque yo al
menos estoy frita de exámenes esta semana, de hecho ahora tengo el de
filosofía.
-Esa es otra de las cosas que hay que ver.
-¿Por qué a los profesores siempre se les
antoja hacer los exámenes en la última semana del curso?
-No es la última semana Iris.
-Ya pero es la semana del baile que es muy,
pero que muy importante.
-Eso sí.
-Mirad yo hablo con Alonso pero no os prometo
nada si no podemos coger un autobús pasado mañana por la tarde e ir a comprar
los trajes.
-Creo que eso será lo mejor.
-Yo también estoy de acuerdo. Ahora tenemos
que decidir de qué color va a ir cada una.
-Es verdad.
-¿Emma?
-Yo todavía no lo he decidido.
-Pues yo iré de lila.
-Cómo no Iris.
Todas se empezaron a reír. Incluso Rebecca
estaba más animada. Al rato aparecieron los chicos. Ellos se sentaron justo en
frente de ellas.
-Pero sabéis una cosa-dijo Kate asegurándose
de que los chicos la oían- lo que todavía no tenemos es pareja para ir al
baile.
-Es verdad, a mí todavía no me lo ha pedido
nadie.
Los chicos empezaron a murmurar algo mientras
tanto Rebecca y Emma estaban muertas de la risa. Spencer estaba rojo como un
tomate.
-Spencer, sabes una cosa.
-Dime Josh.
-Creo que deberíamos ir en grupo al baile.
-¿Perdona?-dijo Iris.
-Sí. Es que a nosotros tampoco nos ha invitado
nadie a ir.
-Pero es que sois vosotros los que nos tenéis
que invitar a nosotras guapito.
-Gracias por el cumplido cariño.
-De cariño nada, ahora si quieres se lo pides
a Spencer, porque esta que está aquí va a ir con sus amigas a dar una vuelta.
-Pero Iris, no te enfades. Si tu sabes que con
quien único podría ir al baile serías tú.
-Ahora no me vengas con esas.
-Venga, no te enfades que sabes que me encanta
ver esa sonrisa.
-Bueno… Emma. ¿Me acompañas al baño?
-Claro. ¿Venís chicas?
-Sí, esperad.
En un momento las chicas habían desaparecido y
los chicos se habían quedado hablando solos.
-Chicas, tengo una idea.
-¿Cuál?
-Ya lo verás Iris, ¿no quieren que los
invitemos?
-Ya te entiendo… ja, aja, ja.
Álvaro.

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