Capítulo 36.
Camina descalza a la puerta, él
sujeta los tacones de su chica. No es la primera vez que lo hace pero esta es
diferente. Son las cuatro y media de la mañana.
-Ha sido la mejor noche de mi
vida.
-Lo mismo digo preciosa, toma
los tacones anda.
-Dame, una pregunta ¿tú me
quieres verdad?
-¿Lo preguntas en serio?
-Claro… después de lo que ha
pasado…
-Te quiero y mucho, anda ven
aquí.
La agarra por la cintura y la
lleva así sí mismo. La mira una vez más y la besa suavemente en los labios.
Ella entra en casa con una
sonrisa grabada en la cara, lo había hecho. Estaba feliz, subió a su cuarto y
se fijó en las fotos de la pared. Allí estaban todas las fotos que había sacado
en este último año, había que se sacó con Josh cuando fueron a New York. La
cogió y la pegó en su diario hoy tendría algo que escribir…
Rebecca Y Alex siguen dentro
del coche, cuando por fin salen él la acompaña hasta la puerta y se despiden
con una largo y profundo beso. Habían quedado para salir mañana a navegar y así
celebrar su aniversario, sería un día para ellos dos. Nadie más, simplemente
ellos y el mar.
-Mañana nos vemos.
-No te olvides.
-Jamás. Acuérdate de decirle a
tus padres que llegarás por la noche ¿eh?
-Lo haré, venga vete que como
te vean aquí tan tarde te va a caer una buena.
-Bueno, por ti como si me
quieren apresar.
-No seas tonto.
Se acercó al chico y lo volvió
a besar en los labios. Después de más besos entró en casa, éste día había sido
mágico.
Mientras que Kate se despide de
Spencer su madre y Clara mira a través de la ventana.
-Spencer venga vete.
-¿De verdad quieres que me
vaya?
-No.
-Pues dame otro beso, soy
adicto a ellos.
Kate vuelve a besarlo, esta vez
más corto y cuando termina sale corriendo hacia la puerta. La cierra y se asoma
por la ventana del salón. Spencer camina hacia su coche con una gran sonrisa
pero no más grande que la suya.
Emma entra con cuidado en casa,
sube las escaleras y cierra la puerta de su cuarto son hacer ruido. Deja los
tacones junto a la alfombra y se sienta en la cama. Ha sido mágico, todo, el
baile, estar con Jason de esa forma y que el le dijera cuanto la necesitaba. Se
quita el traje y lo cuelga en el perchero va al baño y se desmaquilla pero en
vez de irse a dormir sube a la buhardilla esto la había inspirado…
Son las nueve de la mañana y el
aire golpea la cara de Rebecca, esta se fija en Alex y en como se encarga de
que el barco se mantenga en perfecto estado, él la mira y sonríe, para ella
esto vale mucho más que nada en el mundo. Con cuidado le pide que se detengan
un momento tiene ganas de darse un chapuzón.
Se suelta el pelo, se quita el
salvavidas y sin pensarlo dos veces se tira, Alex no tarda en seguirla, ahora
mismo son las personas más felices en el mundo ya que tienen todo lo que
quieren, a ellos mismos y al mar.
Ya son las dos de la tarde. Kate
y Spencer caminan de la mano. Están hablando de ayer y de todo lo que pasó.
-¿Entonces tu madre estaba
mirando por la ventana?
-Sí, en todo momento. Clara
también estaba y no veas el interrogatorio al que me vi sometida en cuanto
crucé la puerta principal.
-Me lo imagino y no te dijeron
nada de mí.
-La verdad es que solo me
preguntaron si besabas bien.
-¿En serio?
-No es broma tonto, mi hermana
sí pero mi madre no. Ja, ja, ja, ja.
-Bueno ya hemos llegado, ¿estás
lista?
-Por supuesto.
-Pues vamos.
-No.
-¿¡Qué!?
-Que no.
-¿Por qué?
-Porque todavía no me has
pagado.
-¿De qué hablas?
-Sí, yo ayer te pagué para que
te fueras a tú casa y tú todavía no me
has pagado para que venga hoy.
-Ah, vale, ya te entiendo.
Spencer se hace el loco y abre
la puerta de su casa, Kate se queda flipando pensando que éste se va a ir sin
ella. Entonces vuelve y la coge le da un beso y dice.
-Vega vamos dentro.
-Esto sí que sí.
-¿Te doy otro?
-Claro, como me dijiste tú
ayer, yo también soy adicta a tus besos.
Iris y Josh están comiendo en
un restaurante, en el que tuvieron su primera cita. Ella no puede parar de
reírse, el mejor amigo de Josh no para de contar anécdotas de cuando eran
pequeños y Josh mientras está rojo como un tomate al oírlas.
-De verdad Collin, para ya que
me duele la barriga de tanto reírme.
-Sí tío déjalo ya que a este
paso va a saber más ella de mí que yo mismo.
-No ten enfades cariño, ya
sabes que a mi gustas con capa o sin capa.
-Sí venga, ya veremos cuando tú
madre me enseñe el álbum de fotos de tu infancia.
-Jamás lo verás, lo tengo
escondido desde que entré en el instituto y mi madre todavía no ha sido capaz
de dar con él así que no te hagas ilusiones Darling.
-Venga parejita ja, ja, voy a
por el postre, ¿vosotros que queréis?
Mientras tanto en la buhardilla
de Emma Jason y ella trabajan en lo que ella estuvo componiendo anoche.
-¿Qué
te parece la, la, si?
-Vale,
pero después del sí, cambia a re.
-OK.
Bueno yo tengo un hambre que me muero, ¿quieres algo?
-¿Por
qué no mejor vamos a comer por ahí o pedimos pizza?
-Vale.
Solamente
dos semanas, dos semanas hasta la boda de Clara.
Álvaro.
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