martes, 10 de septiembre de 2013

Aún sigue lloviendo.

Capitulo 14                                                    

-Sep, yo diría que me gusta, pero… no sé, ¿estás seguro?, mira, no es porque te conozca desde toda la vida, pero no te veo yo con el pelo negro-.

-Bueno, pero las personas cambian, hacen locuras, venga tengo 25 años, que más da-.

-Vale, es tu decisión, pero luego no me digas que no te lo dije-.

-Bueno, me lo hago el mes que viene, total, el pelo no se va a ir-.

-Tira anda, ya sabía yo que no te lo harías-.

-Yo no he dicho eso-.

Salieron del estudio riéndose, como ya se ha dicho, son amigos desde que empezaron la universidad en España, estudiaron para ser arquitecto y decoradora de interiores, a ambos se les da bien, a eso se debe las casas de lujo en el centro de París, sus lúcidos coches y sus vidas. Pero no es que todo sea de oro, están hasta las trancas de dinero, no es que lo usen mal, pero no siempre es lo que quieren.


Por un lado tenemos a Gemma Tompkins nacida en España el 12 de abril de 1988, de padres británicos, domina  el inglés, español, francés y ruso. 

Por otro tenemos a Dmitry Sokolov, nacido en Rusia el 30 de julio de 1988, se mudo con su madre de pequeño a España, donde se crió, también domina el inglés, español, italiano, ruso y francés.



Estas dos personas se conocieron en la universidad, ambos trabajan en la misma empresa ‘’ We’re every second’’, es una empresa inglesa que escoge a arquitectos y decoradores por el mundo, ellos están en la sede de París. Esta empresa se dedica a la creación de edificios tanto interior como exterior, si, se dedican a inventar a base de frescura y originalidad edificios, da igual cual sea su temática, como el último que hicieron por el que se llevaron 19.000 euros cada uno.

Gemma, es una intima amiga de Paul, al que le debe las horas de entretenimiento cuando devora sus libros. Dmitry odia leer, prefiere la música, piensa que nunca un libro te levanta de buen humor por la mañana, solo una buena melodía en el despertador.

-Bueno, te invito a cenar-.

-No, déjalo, ya tengo comida en casa-.

-Deja que adivine, seguro que uno de esos pistos que compras en la tienda de al lado de tu casa-.

-¡Bingo! Jajaja-.

-Ves, venga vente, o si es que no quieres salir, lo llevo a tu casa-.

-Como quiera el señor, pero te advierto que no dormí anoche, así que si me pones alguna de tus películas me quedaré frita-.
-Otra vez, está vez por qué-.

-¿Porqué? ¿el qué?-.

-Porque no dormiste Gemma-.

-A eso, nada-.

-Tu y tus nadas, ¿estás bien?-.

-Estoy bien a mi manera, ya me conoces, me gusta pensar-.

-Madre mía, lo tuy…-.

-Lo mío es mío, y si vas a venir a mi casa, tráete comida china-.

-Como diga la señora-.

-Solo tengo 25, y te recuerdo que tu también-.

Al llegar al trabajo empezaron el reto del año, la cuenta de ‘’Viajes alrededor’’, llevaban tres años detrás de ella, tenía que ser suya, son agencias  de viajes en diferentes partes del mundo, crear sus edificios sería toda una fuente de ingresos.

Dentro de un avión…

-¿Desean algo los señores?-.

-Si, ¿me podría dejar el menú de 5 euros?-.

-Si, desea algo el señor-.

-No gracias-.


Al alejarse la azafata Riley miró a Amanda.

-Es que si compras algo aquí te quitan los ojos, tú has visto lo que cuestan una mísera botella de agua-.

-Vamos te vas a sorprender ahora, como si nunca te hubieses montado en un avión-.


No podían dejar de mirar la ventanilla, desde ella se veía un mar azul increible.

-Riley mira, si desde el mar es precioso, imagínate dentro de él-.

-Amanda, ¿me pasas un chicle?-.

-Toma-.


Una hora después…

(De fondo se oye un ronquido)

-(Susurrando se dijeron), Allan mira a Riley-.

-No hace falta ya oigo como ronca-.

-Jajajaja-.

Amanda apoyo su cabeza en los hombros de Allan, este le dio un beso en la frente, después está le respondió con uno en los labios,  ambos pasaron el resto del vuelo o durmiendo o hablando de lo que iban a pasar en Niza.






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