viernes, 13 de septiembre de 2013

Aún sigue lloviendo

Capitulo 15

Gemma como cada mañana se estira, después mira por el ventanal que está enfrente de su cama, adora las vistas de su piso. Cuando se levanta se prepara un bol con fruta picada, un zumo de naranjas y un café con leche, después se da una ducha,  se prepara y busca algo cómodo que ponerse. 

Hoy ha optado por unos pantalones grises pitillos, unas botas negras, una blusa color granate y su chaqueta preferida, la que le regalo Amanda. Para completar el conjunto elije las gafas que le regaló Dmitry, unas Ray-Ban vintage.


Al salir del apartamento le suena un whatsapp.

-Pasa por mi casa y nos tomamos un café-.

-Vale, por cierto, hoy entramos más tarde, a las once, Ricardo me ha mandado un e-mail diciendo que no hay reunión, se traspasa a la semana que viene J-.

-Mejor, porque estoy en la cama todavía jajaja J-.
  



Sonriendo al móvil coge un taxi y va hacia la calle Prietè. Cuando ya va torciendo la calle, se alza a su vista un edificio, donde en el numero 6 vive Dmitry, todavía se acuerda cuando tuvieron que hacer la mudanza de la antigua casa de Dmitry. Cuando se baja le paga al taxista, no hace falta que toque al telefonillo, ambos tienen una llave de cada uno, por lo que sea. Se hace un moño y entra en el portal.

Como siempre la vecina del primero 2 le saluda, Gemma se lo devuelve, se llama Yvone, y tiene 76 años, lleva viviendo allí desde que se caso, es una señora rica, pero rica, lo malo es que su marido enfermó y murió. Desde entonces no le gusta salir mucho, y dona su dinero a fundaciones, a ella no le importa para que sean tales fundaciones, solo le importa ayudar a salvar vidas.


Sube en el ascensor, ya que la escalera esta en obras. Saca la llave del bolsillo y la introduce en la cerradura. Al entrar en la casa no ve a nadie, solo un apartamento de doble piso lujoso, Dmitry tiene buen gusto, aunque ella también, ya que gran parte de la decoración de la casa fue idea suya. Dos cabezas piensan más que una.

La cocina estaba desierta, ni rastro del desayuno, a saber donde estaba, suponía que estaría en el cuarto donde tiene la Wii, quien sabe, se estaría echando un  partidito de tenis. Si hay algo que le guste a Dmitry a parte de la música,  serían las galletas holandesas, le flipan. Así que Gemma cogió algunas, se preparó un café con leche y se puso en marcha.

-Dmitry-.

(Nada, pero donde está)

Al llegar a la segunda planta, entró en su cuarto, una de las habitaciones de la casa que más le gustaba a Gemma, por no hablar del vestidor. Subiendo unos pequeños escalones estaba el vestidor, y por fin lo encontró.





-Te encontré-.

-Ahh-.

-¿Qué pasa?-.

-Nada, joder que susto-.

-Pues no es que sea muy fea la verdad-.

-En fin, oye, ¿quién te ha invitado a comer de mis galletas?, el café te dejo, pero las galletas no-.

Corriendo le quito la galleta ya mordida de la mano y se la comió.

-Que hambre tienes-.

-Pues si, hoy me he levantado tarde y no me ha dado tiempo de desayunar-.


-Si quieres te preparo algo mientras te preparas-.

-No hace falta gracias, ya me tomaré algo de camino-.

Sonrió y empezó a echar un vistazo por la habitación, le encantaba la ropa que tenía, la verdad es que tiene buen gusto para la ropa. Dmitry, después de barajar el asunto, optó por unos pantalones vaqueros oscuros, una camiseta negra con una chaqueta de cuero y piel, unas botas grises.

Ambos salieron  del apartamento comentando las ideas para la presentación. Él ya había estado preparando algunos bocetos para el proyecto y la verdad es que daban que  envidiar. Por otra parte, ella, no se había quedado quieta, había estado casi toda la noche probando estilos nuevos, tenía que ser perfecto. Decorar oficinas se le daba muy bien, pero ella prefería decorar lofts, sobre si se trataba de baños y vestidores.

-Y ¿tú ya desayunaste?-.

-Si, como todos los días, pero no te diría que no a un franpuccino de chocolate-.

-Vale, oye, ¿te llego el correo anoche del diseño de la oficina?-.

-Mañana invito yo, si, ¿no viste el mio?-.

-No, espera lo miro ahora-.


Al llegar al Starbucks cogieron sitio, suele estar lleno, así que se lo pidieron para llevar-.

-Hola, ¿Qué desea?-.

-Hola, si, dejame un franpuccino de chocolate y un capuccino porfavor-.

-Enseguida-.
*Pipi* (La pantalla de la blackberry curve negra se encendió)

-(A las seisy media tienes a una rubia que te pone ojitos, pídele el número)-.

En la puerta del Starbucks está Gemma sentada en una silla con el Iphone en la mesa, esperando a Dmitry.

*Pipi* (La pantalla del Iphone 4 negro se enciende)

-( Jaja, haber si te pone ojitos la novia que le acaba de meter un morreo cuando la estaba mirando)-.

*Pipi*

-(Ops J)-.

Dmitry sale y avisa a Gemma, ambos empiezan a sorber sus bebidas mientras caminan hacia la empresa. Les espera un día largo, pero siempre se puede afrontar bien con una sonrisa.






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