lunes, 11 de noviembre de 2013

El Portal hacia los Sernios


Capítulo 9
 

-No lo entiendo. No, ¡¿cómo?!

-Cuando salías del palacio te seguí.

-Pero yo no te dejé salir.

-Claro que sí. Sabías que tengo aquello que tanto proteges…

-Te juro que no sé de qué me hablas. Jamás dejaría que cruzaras a este mundo. Te recuerdo que dejaste de ser protector por ayudarla.

-No ayudé a nadie. Y sé que me crees si no, no estarías aquí.

-Eithan.

-Ahora mi nombre es otro.

-Lo sé. Ahora todo encaja. Era todo una trampa. ¿Verdad Ryan?

-No exactamente. Tenía que ocultar mi aspecto y aquella viaja es muy fácil de engañar. Bastó con un simple conjuro.

-Me voy.

-¿No quieres saber lo que me dijo Madeleine?

-¿Me lo vas a decir?

-Por supuesto. Lo último que dijo fue que te diera la perla. Que tú sabías qué hacer con ella.

-¿Yo? ¡No tengo ni la menor idea!

-Pues eso es un problema.

-¿Dijo algo más?

-Eh… espera que haga memoria…Sí, dijo algo de las herederas de Birka pero no recuerdo nada más.

-Mierda, mierda y más mierda…

-¿Qué pasa Sofía?

-Si te dijo eso es que… ella está cerca.

-No creo. ¿Cómo puede vivir aquí sin ser reconocida? Su aspecto es el de Birka, no tiene poder para transformarse.

-Pues entonces hay alguien que la esconde y lo peor es que podría ser cualquiera.

 

Doy vueltas en la cama. A penas he podido cerrar los ojos más de cinco segundos seguidos. Esa nota en el restaurante… aquel hombre… ¿Quién es Birka? Salgo de mi cama y me pongo la bata. Bajo a la cocina y saco de la nevera la leche. Busco chocolate en la despensa y hago un poco. De la nada aparecen Rosie y Jessei.

 

-¿Tampoco podéis dormir?

-No. No me saco de la cabeza a la tal Birka.

-Ni yo. Incluso en lo poco que he dormido he soñado con un ser llamado así.

-¿Queréis chocolate?

-Sí por favor.

-Voy a por galletas.

 

Rosie y yo nos quedamos solas en la cocina. Le agarro la mano y ella me sonríe. Jessei llega al poco y nos da un abrazo.

 

-Sabéis… deberíamos preparar algo y llevárselo a Sofía. Seguro que así nos deja usar algo de magia fuera de casa.

-Creo que es mejor dejarla dormir. Antes de acostarme la vi revisando facturas, seguro que se quedó dormida con ellas en la cama.

-Tienes razón. ¿Queréis dormir hoy en mi cuarto? Nos llevamos el tentempié y ya está.

-Esa ya me gusta más.

 

Cogimos una bandeja y pusimos tres tazas con chocolate, una bolsa de galletas. Una cajita de de mini cruasanes y lo mejor de todo golosinas…

 

Al día siguiente

 

Me visto de prisa. Coloco las cosas en el bolso y entro en la habitación de Jessei.

 

-Jessei, despierta. Toma las llaves del coche hoy llevarás tu al instituto a las demás, vamos que iréis solas. Yo tengo una reunión.

-Eh…a vale…

 

Le doy un ligero beso en la frente y veo como vuelve a darse la vuelta. Todavía es temprano. Salgo a la calle y me coloco el pañuelo en el cuello. Empieza a hacer frío. Arranco el coche y me marcho.

 

La alarma suena… odio al que las inventó. Me levanto de la cama a lo zombie… Voy al baño y me lavo la cara. Vuelvo a mi habitación y me pongo mis vaqueros y las botas marrones. ¡Las estreno hoy!

Bajo las escaleras casi corriendo busco a Sofía pero no la encuentro. De repente veo como Lucy baja con unos vaqueros sueltos, una blusa gris y la camisa de cuadros rojos y negros. Ese era el conjunto que se ponía cada vez que algo le rondaba por la cabeza, era como si eso le ayudara a aclararse. Me empieza a doler el dedo y me fijo que es en el que llevo el anillo. Lo miro y este reluce. Supongo que será porque solo quedan un par de días para que sea 13 de nuevo.

 

-Bueno días Rosie.

-Hola.

-¿Sabes dónde está Sofía?

-No la he buscado por todos lo sitios posibles pero no la encontrado.

 

Jessei a parece y nos enseña las llaves del coche de repuesto. Ahí estaba la respuesta. Hoy iríamos solas. Lucy me ayuda a preparar el desayuno mientras que Jessei hace un poco de zumo.

 

Salimos de casa ya listas. Lucy sube al asiento trasero y Rosie al de copiloto. Me encantaba ir sola, con mis hermanas al instituto. Ir con  Sofía estaba bien pero no era lo mismo.

Al llegar voy directamente al aula de literatura. Rosie se marchó a historia y Lucy se marchó con Nick a biología.

 

-¿Le gustó la pulsera a Rachel?

-Todavía no se la he dado. Esperaré a mañana. Y hablando de eso… me preguntaba si… ¿me acompañarías a su cumpleaños? Es que hay que llevar acompañante y no se me ocurre nadie mejor.

-¿De verdad quieres que vaya contigo?

-Claro. Pero si no quieres o puedes no pasa nada.

-No, iré. Claro, no tengo nada que hacer mañana.

-¡Bien! Pues vamos antes de que lleguemos tarde a biología.

 

Entramos en clase y vi como Nick se sentaba junto a James. Entonces Nick empezó a reírse y supuse que era porque James le habría contado lo de ayer… El profesor entró en clase y el silencio se hizo. De repente sacó un tocho de folios y supe que iba a dar la nota del test inicial del otro día.

 

-Está bien… Señorita MC Cyber un siete y medio. James Sanders un cuatro con cinco. Lucy Reyns un nueve y medio. Nick Peterson un nueve. Leona Adam un tres…

 

Y así hasta que terminó con todos… ¡Había aprobado y Nick también!

 

Subo las escaleras hacia el gimnasio y me topo con James… hoy era mi día de mala suerte…

 

-¡Mira a quién tenemos aquí! Si es Rosie.

-Yo también me alegro de verte James.

-Vaya esos shorts te quedan muy bien.

-Adiós James.

-¿Sigues enfadada?

-No sé porqué iba a estarlo…

-Es verdad… bueno nos vemos…

-Seguro que sí.

-Oye de verdad… te quedan genial esos shorts.

-¡Anda déjame en paz!

-Está bien. Nos vemos Rosie.

-Ni lo sueñes.

 

Ese chico me saca de quicio. Sigo hasta el gimnasio y me encuentro con Sofía.

 

-Hola preciosa.

-Esta mañana te fuiste temprano, ¿tenías alguna reunión?

-Sí, estoy liadísima con lo de la feria.

-Me imagino.

-¿Qué tienes gimnasia?

-Sí, mejor será que me vaya antes de que llegue tarde.

-Vale. Nos vemos. Por cierto dile a Jessei que pase por el supermercado del pueblo y compre lo que hay en esta lista. Y de paso comprad pizza para comer. Hoy llegaré tarde.

-De acuerdo.

 

La clase ha sido agotadora. Voy hasta el vestuario y miro el horario ahora tengo hora libre. Saco la toalla de la taquilla y voy hasta la ducha. Abro el grifo del agua caliente y dejo que esta roce mi piel. ¡Estoy en la gloria! Cojo el champú y me enjabono el pelo. Después el cuerpo. Termino y me pongo la toalla encima de la ropa interior. Voy hasta mi taquilla y veo que la ropa no está. Oigo unas risitas y me viro. No podía ser verdad…

 

-Tengo que reconocer que en toalla estás aún mejor que en shorts.

-¿Cómo has entrado?

-Por la puerta.

-Devuélveme la ropa James.

-Te la daré cuando te disculpes por lo de ayer.

-¡¿Qué?!

-No te lo diré más. Solo di “perdón” y yo te devuelvo la ropa.

-¡Estás loco!

-Pues adiós.

-James… vale… discúlpame.

-Muy bien. Ahora toma la blusa.

-¿Y lo demás?

-Cuando me des un besito.

-¿Estás de coña no?

-Para nada. Si prefieres quedarte en ropa interior me lo dices.

-Está bien.

 

Me acerco a él y procuro que la toalla esté bien agarrada. Me inclino y le doy un ligero beso en la mejilla pero justo entonces él se abalanza hacia mi y me besa en los labios. Me apoya contra la pared y me agarra de la cintura para atraerme hacia sí. Dios mío me está besando…El beso corto pero apasionado.

 

-¡¿Estás loco?!

-La verdad es que no lo sé.

 

Se acerca y me da el resto de la ropa. Sigo aún en estado de shock debido al beso. Me siento en el banquillo y lo único que se me ocurre es sonreír como una tonta.

 

Nick y yo no paramos de hablar. Sobre música, gustos, aficiones… Tenemos bastantes cosas en común.

 

-Y dime… entonces tú y Rachel no estáis juntos ¿no?

-No. Hubo un tiempo en el que ella me gustaba mucho pero ya no.

-Ah y dime. ¿Mañana dónde nos vemos?

-Sí quieres te paso a recoger.

-Sí supongo que será mejor.

 

Miro a Nick y este sonríe. Adoro esa sonrisa. De repente me coge de la mano y yo me sonrojo. Pero le agarro con más fuerza la mano y vamos hasta la biblioteca. Cogemos una mesa y empezamos a hacer el trabajo que de lengua. ¡Esta sería una hora libre perfecta!

 

-Una preguntita… ¿quién es Dylan?

-Es mi mejor amigo.

-Ah.

-Vive en Nueva York.

-Eso tiene que estar bien.

-Sí.

-¿Nick quieres que terminemos el trabajo en mi casa esta tarde?

-¡Sí claro!

-Vale. Pues adelantemos algo ahora.

 

Vuelve a cogerme de la mano pero esta vez le doy un ligero beso en la mejilla. De la nada aparece James con una sonrisa que no se la quitan ni a jirones.

 

-Tío tengo que hablar contigo.

-Ahora estoy ocupado James. Estoy con Lucy.

-Es importante. Ah por cierto Lucy. ¿Te importaría darme un par de clases de biología? Es que sí no nunca me la quitaré.

-Bueno no veo el porqué no. Ya hablaremos de eso. Ahora os dejo chicos que tengo que irme.

 

Jessei, Jessei. No te pongas nerviosa. Camino de un lado para otro. Y me choco con alguien.

 

-Se ve que lo tuyo es tropezarse. ¿Qué tal rubita?

-¿Bobby?

-El mismo.

-¿Tú eres el monitor del curso de fotografía?

-Sí.

-¿Pero cuántos años tienes?

-Tengo 20.

-Vaya…

 

No muy lejos de allí…

 

El día se acerca y al fin sabrán la verdad…

Álvaro.

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