viernes, 6 de abril de 2012

Una noche demasiado perfecta

Capítulo 6
Al día siguiente no me quería levantar, había tenido un sueño preciso del que no quería despertar. Pero entonces oí algo, era una voz familiar.
Me puse la bata y decidí bajar al comedor a desayunar total eran las 9:00, ya no iba a dormir más. Bajando las escaleras oí la voz de mi abuela, quise bajar tan rápido para saludarla que resbale, pensaba que era mi último respiro cuando él me salvó. ¿Quién era él? No lo había visto antes, aunque su cara me era conocida.

-Casi te caes, menos mal que estaba aquí.
-Sí, gracias es que oí la voz de mi abuela y…
Entonces me fije, me fije bien era Lucas. Mi antiguo vecino. Estaba irreconocible, bueno algo, estaba mejor. Yo lo recordaba algo gordito y un poco chulo, pero que va ahora si que estaba soñando. Estaba más rubio y sus ojos azul turquesa brillaban más o eso me parecía.
-¿Y?
-Pues que resbalé, ja, ja, ¿oye eres Lucas no?  
-Si, ¿y tú?
-Soy Emma, tu exvecina, ¿no te acuerdas?
-¡Ah! Emma claro, ¿qué tal? Cuanto tiempo.
-Si buen un par de años…
-Emma baja a desayunar, tu abuela está aquí.
-Sí ya voy mamá.
-Bueno Emma, ya nos vemos si quieres podemos y a dar una vuelta por el nuevo centro comercial, porque estoy seguro que lo único que has hecho es montar a caballo.
-Bueno se podría decir…
-¿Entonces te vengo a buscar a las 17:00?
-Si claro, perfecto, nos vemos Lucas.

No podía creerlo era demasiada casualidad o a todos mis amigos de la infancia les había dado por cambiar a mucho mejor porque Alex había sido guapo desde pequeño pero Lucas, no se estoy atónita. Y, ¿qué será de Danna, Paula y Josh?
Conseguí terminar de bajar las escaleras si tropezarme más. Saludé a mi abuela a mi madre y a todos los que estaban. Decidí vestirme e ir a dar una vuelta, total quedaba un montón hasta que Lucas viniera a buscarme. Estuve caminando un rato por lo alrededores, entonces vino a mi mente un recuerdo en el que hacia años que no pensaba. Era del día en que me fui a Cansas. Estaban todos, Danna, Paula, Josh y Alex.
Recuerdo mi mirada desde la parte trasera del coche y todos despidiéndose, lloré mucho pero desde entonces no había recibido no una carta, un mensaje, ni una sola llamada. Sin embargo todos lo habían prometido, supongo que la distancia pudo más que nuestros años de infancia juntos, de amistad de ir a jugar, de reír, en fin.
Reemprendí mi camino a casa, ya casi era la hora de comer y no quería llegar tarde si no mi abuela me mataría después del tiempo que hacía que no la veía. Llegué y con algunos minutos de retraso y entonces rompía llorar y abracé a mi abuela fuerte.
-Pero, ¿Emma qué te pasa, mi niña?
-No se acordaron de mí, me olvidaron.
-Pero, ¿quién?
-Danna, Paula, Josh…
-¿Estás segura?
Giré la cabeza y los vi a todos. Todos y cada uno de ellos estaban allí, por lo que se ve, Alex había dado la voz de alarma de que había vuelto. No me lo podía creer, lo había hecho y yo no le había dicho nada, ¿qué quería decir eso? ¿Le importaba algo más de lo que yo pensaba?
-Sorpresa, Emma.
-Pero si estáis iguales, me alegro mucho de veros.
-Y nosotros, bueno y ¿qué no nos das un abrazo?
Los abracé a cada uno de ellos. Estuvimos hablando de todo lo que nos había pasado, entonces recordé que Lucas estaría a punto de venir por mí, por suerte todo el mundo se fue antes de que el llegara. Me vestí más o menos arreglada y baje al salón. Él ya estaba allí la verdad es que no estaba tan mal. Llevaba un polo azul que resaltaba sus ojos y unos vaqueros monos.
-Hola, ¿dónde vamos?
-Pues vamos a ir al cine que ponen nuestra película favorita.
-¿De verdad, no me digas que está “Ojala fuera cierto”?
-Sí y por suerte pude conseguir dos entradas.
-Qué bien hace mucho tiempo que no voy al cine, ¿me esperas voy a por el bolso y nos vamos?
-Si claro te espero aquí, no me moveré.
Continuará...

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