martes, 17 de abril de 2012

Una noche demasiado perfecta

Capítulo 11

De repente sentí que mi corazón se congelaba rápidamente.
Era su voz, no sabía que decir, estaba tan enfadada y a la vez tan emocionada.
-¿Emma estás ahí?
-Sí, dime qué quieres. Vas a mandarme un beso volado y después vas a cortar.
-No llamaba para pedirte perdón y darte una explicación.
-Pues adelante, soy toda oídos. Y espero que sea buena.
-La verdad es que no sé por dónde empezar. Después de dejarte en casa, cuando llegué a casa, vi unas maletas en la entrada y mi padre me dijo que me había apuntado a un curso antes de la universidad, que duraba dos semanas yo le expliqué lo que había acordado contigo, y que no podía ir porque era la primera vez que era feliz, que había encontrado a alguien que verdaderamente me importaba y que no podía dejarla escapar.
-¿Pero, entonces por qué te fuiste?
-Me fui porque mi padre me dijo que había sido escogido entre muchos y que como era poco tiempo no importaría. Pero al menos debías haberme dejado una nota con mi abuela o con tu padre o tu madre no sé, decírmelo después de aquello. No sé qué pensar.
-Yo tampoco, solo sé que no quiero perderte, pero tengo que procurar por mí futuro, eso está antes que nada.
-Mira yo entiendo eso, pero si está antes que todo también lo está antes que mí, por lo que no sé para qué me das explicaciones cuando se claramente que lo que yo siento por ti no es lo mismo que tu por mí.
-No es eso, simplemente es que me gustas pero tampoco para morirme.
-Pero qué, ósea que soy una más, pues menos mal que era diferente, tu felicidad, sabes que te digo que me gustaría conocer a la Barbie que te dejó, a lo mejor es que eras tú el Ken.
No sé no como me salieron las palabras, pero después de eso le corté el teléfono. Estaba tan, tan furiosa que no sabía que hacer por lo que me desnudé y fui a la ducha corriendo. Empecé a llorar, ¿cómo podía haberme creído que podría ser algo más para él? No sé cómo me había dejado engañar así. De repente oí la puerta, pensé que sería mi abuela, pero como no volvió a sonar más supongo que se habría llevado la ropa para lavar. Me empecé a enjabonar y cuando terminé, sentí sonar la puerta del baño. Serían cosas mías porque miré y no había nadie, me quité el jabón y me puse la toalla, decidía salir ya que creía que estaba sola en mi cuarto, cuando abro la puerta y Lucas estaba allí, sentado en el sofá. Un poco más y al verlo se me cae la toalla. De repente se dio la vuelta y me vio.
-Pero, ¿qué haces así?
-¿Qué, es mi cuarto además me dejé la ropa fuera? Mira te das la vuelta hasta que la coja.
-Sí, si perdón.
Corriendo cogi la ropa y regresé al baño.
-¿Y quién era?
-¿Quién era quién?
Continuará...

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