Capítulo 4
No puedo creerlo, es imposible. No había palabra alguna que
pudiera describir lo que sentía en ese momento, miles y miles de recuerdos se
me venían a la mente:
-¡¿Tú?!-. Me quedé muda mirándolo.
-Si yo, ¿No te alegras de verme?-.
-Es que todavía no me lo creo y claro que me alegro de verte-. No lo dudé en ningún
segundo y me abrace a el como una loca, la sonrisa que tenía en la boca nada ni
nadie me la podía quitar. Entonces empecé a llorar, ya hacía mucho tiempo que
no lo veía, guau, sea cortado el pelo, y está más alto.
-¡Amanda dime algo!, estás muda-.
-Es que ya hace casi un año que no te veo, y la última vez
que lo hice estabas dormido-.
-Si ya, pero dime, ¿Qué te parece este cambio de look?, está
bien-.
-Te queda genial, pero pasa, pasa, no te quedes en la
puerta-. Sinceramente no sabía que decirle, era todo tan raro, pensé que estaría
enfadado conmigo por no haberme despedido de él cuando me fui de Navarra, y de
repente un estallido de preguntas vieron a la cabeza, ¿Qué está haciendo aquí?,
¿Por qué ha venido?, ¿Qué ha pasado?.
- Y dime, bueno cuenta me, ¿Qué te trae por Sydney?-.
-Bueno es que como ya estamos en verano pues, mi madre y
Paul me han dejado pasar aquí un mes, contigo-.
-Eso es genial, pero no me habían dicho nada-.
-Ya es que las sorpresas no se cuentan Amanda-. Es extraño,
estaba alegre, pero encontraba a Jorge un poco raro, en su forma de mirarme,
como si le pasara algo.
Después de que colocara sus cosas decidí enseñarle un poco
por donde vivo, así que fuimos a la playa, iba todo también que no me lo creía,
es como si escondiera algo.
-Amanda-.
-Si dime-.
-¿Te puedo hacer una pregunta?-.
-Si, ya, me la acabas de hacer-.
-Venga enserio-.
-Claro, dime-.
-¿Porqué cuando te fuiste no te despediste de mí?, es que me
llevo haciendo esa pregunta desde que me desperté esa mañana y ví que no
estabas durmiendo en la cama de al lado, y cuando bajo a la cocina tengo la
sorpresa de que te has ido, Amanda ni una carta para despedirte-.
-Jorge, no te voy a mentir, no quería despedirme de ti,
estoy harta de las despedidas, si me hubiera despedido de ti, no sé como
hubiera sido, seguro que entre lágrimas, y con que palabras te hubiera descrito
lo que sentía al hacer lo, alguien como tu, alguien que me hizo levantar una
sonrisa desde lo más hondo de mi corazón, alguien que cuando lo recuerdo solo
puedo sonreír, solo pensar en cosas buenas-.
-Vaya, no creía que fuera tan importante para ti, es decir,
se que somos más que amigos, pero no sabía que hasta ese punto. Amanda yo también
pienso eso de ti, pero al no tenerte en este año, en mi cabeza no han dejado de
aparecer preguntas y ahora cuando te tengo delante mía, y ya se lo piensas de
mi, solo me queda decir te que no solo pienso de ti que eres una de las mejores
personas que conozco o que sin ti este año se me ha hecho eterno y duro, si no
que he dado cuenta de que no solo te echaba de menos como amiga- Jorge me estas
queriendo me decir que- intervine yo- si te lo estoy queriendo decir y solo lo
se desde ahora, si no desde el día que
te acurrucaste conmigo en mi cama cuando pasó aquello-.
Sin pasar ni un instante mis labios se acercaron a los suyos,
me acaricio el pelo, pasé mi brazo por
encima de su hombro, el suyo lo pasó por mi cintura y en pocos segundos un beso
indescriptible ocurrió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario