sábado, 8 de septiembre de 2012

Aún sigue lloviendo!


Capítulo 4

No puedo creerlo, es imposible. No había palabra alguna que pudiera describir lo que sentía en ese momento, miles y miles de recuerdos se me venían a la mente:

-¡¿Tú?!-. Me quedé muda mirándolo.

-Si yo, ¿No te alegras de verme?-.

-Es que todavía no me lo creo y claro que  me alegro de verte-. No lo dudé en ningún segundo y me abrace a el como una loca, la sonrisa que tenía en la boca nada ni nadie me la podía quitar. Entonces empecé a llorar, ya hacía mucho tiempo que no lo veía, guau, sea cortado el pelo, y está más alto.



-¡Amanda dime algo!, estás muda-.

-Es que ya hace casi un año que no te veo, y la última vez que lo hice estabas dormido-.

-Si ya, pero dime, ¿Qué te parece este cambio de look?, está bien-.

-Te queda genial, pero pasa, pasa, no te quedes en la puerta-. Sinceramente no sabía que decirle, era todo tan raro, pensé que estaría enfadado conmigo por no haberme despedido de él cuando me fui de Navarra, y de repente un estallido de preguntas vieron a la cabeza, ¿Qué está haciendo aquí?, ¿Por qué ha venido?, ¿Qué ha pasado?.

- Y dime, bueno cuenta me, ¿Qué te trae por Sydney?-.

-Bueno es que como ya estamos en verano pues, mi madre y Paul me han dejado pasar aquí un mes, contigo-.

-Eso es genial, pero no me habían dicho nada-.

-Ya es que las sorpresas no se cuentan Amanda-. Es extraño, estaba alegre, pero encontraba a Jorge un poco raro, en su forma de mirarme, como si le pasara algo.

Después de que colocara sus cosas decidí enseñarle un poco por donde vivo, así que fuimos a la playa, iba todo también que no me lo creía, es como si escondiera algo.

-Amanda-.

-Si dime-.

-¿Te puedo hacer una pregunta?-.

-Si, ya, me la acabas de hacer-.

-Venga enserio-.

-Claro, dime-.
-¿Porqué cuando te fuiste no te despediste de mí?, es que me llevo haciendo esa pregunta desde que me desperté esa mañana y ví que no estabas durmiendo en la cama de al lado, y cuando bajo a la cocina tengo la sorpresa de que te has ido, Amanda ni una carta para despedirte-.
-Jorge, no te voy a mentir, no quería despedirme de ti, estoy harta de las despedidas, si me hubiera despedido de ti, no sé como hubiera sido, seguro que entre lágrimas, y con que palabras te hubiera descrito lo que sentía al hacer lo, alguien como tu, alguien que me hizo levantar una sonrisa desde lo más hondo de mi corazón, alguien que cuando lo recuerdo solo puedo sonreír, solo pensar en cosas buenas-.

-Vaya, no creía que fuera tan importante para ti, es decir, se que somos más que amigos, pero no sabía que hasta ese punto. Amanda yo también pienso eso de ti, pero al no tenerte en este año, en mi cabeza no han dejado de aparecer preguntas y ahora cuando te tengo delante mía, y ya se lo piensas de mi, solo me queda decir te que no solo pienso de ti que eres una de las mejores personas que conozco o que sin ti este año se me ha hecho eterno y duro, si no que he dado cuenta de que no solo te echaba de menos como amiga- Jorge me estas queriendo me decir que- intervine yo- si te lo estoy queriendo decir y solo lo se desde ahora,  si no desde el día que te acurrucaste conmigo en mi cama cuando pasó aquello-.

Sin pasar ni un instante mis labios se acercaron a los suyos,  me acaricio el pelo, pasé mi brazo por encima de su hombro, el suyo lo pasó por mi cintura y en pocos segundos un beso indescriptible ocurrió.


No hay comentarios:

Publicar un comentario