La estrecha entre sus brazos y respira con la cabeza hundida en su pelo. Ella sigue temblando. La siente cálida, tierna, frágil, pequeña y en un instante piensa que lo único que quiere hacer en este mundo es protegerla, amarla sin preocupaciones, sin problemas, sin dudas, entregarse a ella en cuerpo y alma. Si, vivir exclusivamente para verla sonreír.
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