Capítulo 6
-¿Felipe?
-Sí, ¡qué
casualidad!
-Pues, sí…
bueno es decir, ¿qué tal estás?
-Bien,
bien, pero dime, ¿qué haces aquí?
-Ir a
Verona.
-Eso ya lo
sé, ¿vas sola?
-Pues no…
-Ah, ¿qué
vas con tu novio?
-Ja, ja,
ja, ¿de verdad crees que mis padres me dejarían viajar a Verona, o a cualquier
país sola con mi novio?
-No, ya
sabes cómo soy, y dime, ¿con quién vienes?
-Con… Date
la vuelta justo está llegando.
En ese
momento Megan está acercándose a su asiento. Cuando ve a Felipe lo primero que
hace es abrazarlo. Felipe es un antiguo compañero de institutos, allí se
llevaban muy bien.
-¡Felipe
qué alegría!
-Así que
vais a Verona, madre mía la que se le viene encima a los italianos.
-Bueno, tú
también vas.
-Ya, pero
yo es para hacer escala, dónde voy es a Sidney.
-¡Qué
suerte!
-Sí,
bueno, allí es dónde está mi hermana y voy a pasar las vacaciones allí.
-Me alegro
mucho de verte.
-Y yo,
bueno, me marcho a mi asiento.
-Nos
vemos.
-Ojala…-madre
mía Gabi había sonado algo raro eso…
Después de
que Felipe se hubiera marchado a su asiento Gabi estuvo como en las nubes, no
oía ni una sola palabra de lo que Megan le estaba contando.
-Gabi,
¡GABI!-gritó Megan.
-¡Qué! No
soy sorda.
-Llevo
media hora hablando y tú has estado en babia, ¿se puede saber en qué piensas?
-¿Yo? En
nada, anda dime qué quieres.
-Pues en
qué Felipe estaba cambiado, ¿no crees?
-Bueno,
casi ni me he fijado…
-Sí claro,
venga ya, a mí no me engañas… Dime la verdad, ¿tu estuviste colada por él?
-¡¿Qué?!
-Vale,
mejor lo dejamos…
-Sí,
mejor, porque vamos, esa ida al baño te a afectado bastante…
Un par de
horas pasan, el piloto anuncia que en unos minutos comenzará el aterrizaje.
Para Megan y Gabi es la primera vez que van a otro país. Están deseando pisar
Verona. Olerla, sentirla, disfrutar de años de historia, leyendas…
Ya está,
el aterrizaje ha sido algo movidito, pero por fin pasó todo. Ahora solo les
queda recoger las maletas. Menos mal que salieron de las primeras, porque si
no…
Cunado
salen ven a miles de personas, pero tienen que buscar el cartel con sus nombres
y el nombre del hotel. Miran pero no ven nada. Al fin consiguen ver el cártel.
Lo sujetaba un hombre con uniforme, iba elegante, su pelo era canoso, podría
tener unos cuarenta años, esperemos que hable español…
-¿Señoritas
Rodríguez y García?-dijo el hombre un acento italiano algo divertido.
-Sí,
Gabriela Rodríguez y Megan García. ¿Usted viene de parte del hotel Verona?
-Exactamente,
mi nombre es Paolo. Acompáñeme por aquí.
Las chicas
lo siguieron a Paolo hasta el coche, la verdad es que todo estaba resultando
como un sueño para ellas…
-Bueno,
llegaremos en una hora y cuarto, si desean parar solo tienen que decírmelo.
El viaje
se les hizo muy corto, cuando se bajaron del coche no tenían ni palabras para
describirlo. Verona era preciosa, durante todo el camino habían parado unas
doscientas veces para fotos y alguna corta explicación por parte de Paolo.
Entraron
en el hotel y se dirigieron al mostrador.
-Supongo
que son las señoritas Gabriela Rodríguez y Megan García, ¿me equivoco?
-No, somos
nosotras.
-Bien,
Gabriel por favor ven, bueno, aquí tienen las llaves de su habitación. Ya nos
han informado de los guías, les esperaran, a las ocho y media en el restaurante
del hotel, hoy hay fuegos artificiales y les llevaran a verlos.
Gabriel se
acerca y ella le susurra algo, después es él el que encarga de coger las
maletas y de indicarnos dónde está nuestra habitación.
Después de
subir un par de plantas llegamos, la habitación es enorme, tiene dos camas
matrimonio, un baño, tele, y un balcón que da al jardín. Es todo mágico. Lo
primero que hacen después de que Gabriel se hubiera marchado fue tirarse a la
cama, elegir el conjunto de la noche y revisar cada rincón de la habitación.
-¿Qué te
vas a poner?
-No sé, y
¿tú?
-Pues mi
traje nuevo-dijo Gabi.
-Pues me
pondré esa falda.
-sí y yo
he traído una blusa que le va…
Son las
ocho menos diez, todavía les queda terminar de arreglarse, pero la puerta
suena.
¿Quién
sería?
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