jueves, 13 de septiembre de 2012

Summer's Stories

Capitulo 24


Narra Katy

Me desperté al ritmo de What Makes You Beautiful de One Direction, me encanta esta canción no tanto como Melanie que la ama pero me gusta. Me vestí y baje a desayunar lo más rápido que pude. Salude a todos que ya estaban en la mesa desayunando.

-¿A qué hora es el partido, Mark?- le pregunte a mi hermano


-A las siete- me contesto seco- ¿por  qué lo quieres saber?

-Porque voy a ir a verte con una pancarta gigante con tu nombre para animarte- le dije burlona

-Ja, ja,ja ¿Hay que reírse?- esa frase siempre la usaba para picarlo yo a él- es porque van a jugar tus amigos ¿no?

-Mark, siempre voy a verte jugar, voy exclusivamente por y para verte a ti y además esa frase es mía.

-Siiii, seguro

-Sabes que me quieres, bueno me voy arriba que tengo que quedar con las chicas.

Narra Cloe

La fiesta con las chicas había estado genial, la verdad es que llevábamos mucho tiempo organizándola. Fue mucha gente, más de la que habíamos invitado, pero lo mejor de la noche due estar con Lucas. Se me pasa el tiempo volando cuando charlo con él. Es graciosísimo y guapo, y sus ojos verdes me vuelven loca, también hay que admitirlo. Él lo sabía, pero yo no iba a caer tan fácil.

Hoy me toca ir al partido con las chicas, se lo prometimos a Mark y a Fred pero sobretodo vamos porque los chicos también juegan, están en el mismo equipo de beisbol. En realidad, las que íbamos a ver realmente el partido éramos Katy y yo porque Cristy y Melanie no se enteran de mucho. Melanie se centra en mirar a Robert y guiñarle el ojo cada vez que lo ve, Cristy sin embargo, se concentra en escribir nuevas canciones.

Ya llevaba quince minutos pensando en la cama y era hora de levantarse. Me levanté, me dirigí a la ventana y corrí las cortinas turquesas que me había regalado mi abuela por mi cumpleaños. Hacía un día espléndido, un día realmente veraniego, había calor pero corría una ligera brisa que impedía que fuera sofocante. Todavía era temprano pero pude ver las calles peatonales  repletas de gente comprando en los grandes almacenes. Sin duda alguna un ambiente típico del corazón de Downton Crossing. Donde si quieres puedes encontrar desde  telas, especias exóticas o cenar hasta altas horas de la noche debías en Chinatown, famosos teatros donde se estrenan musicales cada semana, y por último si te gustaba perderte por un laberinto de bellos edificios tienes el Final District.
Al ver tanto movimiento me llené de energía automáticamente, llamaría a Katy para ir a surfear un rato el día estaba perfecto.

Narra Cristy

Cantaba Isn’t She Lovely de Stevie Wonder.
Isn’t She lovely
Isn’t she wonderful
Isn’t she precious
Less than one minute oldç
I never thought
Through love we’d be
Making one as lovely
As she
But isn’t she…

-¡Cristy despierta! – una voz me había interrumpido- ¡Vamos arriba!- no entendía nada, alqguien me zarandeaba de un lado a otro cuando me doy cuenta que estaba soñando. Abro los ojos lentamente y consigo descubrir que se trata de mis hermanas pequeñas Giulia  y Lia cual de las dos más revoltosa. Son gemelas, parecen encantadoras con sus siete añitos, su pelo rubio y lacio hasta los hombros y sus grandes ojos verdes pero eso debe ser porque no les has dicho a algo que no.

-¿Qué pasa?- grite en el momento que empezaron a saltar sobre mi cama, más bien sobre mí.

-Es hora de levantarse- dijeron al unísono.

-Bueno ya voy pero ¿a qué viene tanta alegría?

-¿No lo recuerdas? Hoy vamos a la casa de las primas Lia y Abie- me cuenta Giulia alegremente.

-Está bien, enseguida bajo.

Desayuné, subí a darme una ducha, me vestí y ya estaba lista para mi clase de canto.Adoro cantar, lohago desde que tengo uso de razón y cantaba en las reuniones familiares. Mi abuela Amelia ha sido  mi mayor fan desde siempre, cuando voy a visitarla a Italia me presenta a sus amigas, que ya conozco, y me pide que cante para ellas mientras juegan a las cartas.

Salgo de casa en bici y recorro las calles de Boston tranquilamente, concretamente de North End. Paso por la Iglesia North End, por la casa de Paul Reserve pero al cruzar la calle de los restaurantes el aroma a pizza, a pastas caseras, sabrosos pastelitos, pan recién horneado y capuchino me invaden y me transportan a mi tierra natal: Italia.
Pronto llego a mi escuela de música, dejo la bici fuera y subo los escalones de la entrada de dos en dos. Llegaba tarde y la señorita Rosi es muy exigente con la puntualidad en sus clases. Decido coger un atajo, voy corriendo por el pasillo central y ¡PLAF!

¿Qué pasa ahora?


Continuará (L) …



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